Así es como suena internet

Este artículo apareció originalmente en Motherboard, el canal de tecnología de Vice, y se puede ver aquí en inglés.

Los grandes centros de datos siempre han tenido un problema con el control de sonido, pero es solo ahora que el incansable estrépito de la nube parece estar alcanzando su punto álgido.

Hay algo casi sublime en el sonido de datos en modo de espera. Se trata de un ambiente digital que fascina al artista sonoro británico Matt Parker. Hace poco que visitó un centro de datos de tamaño medio en la Birmingham City University-Edgbaston, y registró una cinta mientras los servidores del centro y su matriz de discos duros hacían su trabajo, emitiendo un constante sonido blanco. La grabación sin editar es la banda sonora de gran parte de nuestras vidas de hoy en día, repleta de un panel de mandos defectuoso que lanza pitidos en busca de ayuda, pero no hay nadie en casa.

"La idea es destacar la naturaleza física del ‘almacenamiento en la nube'" dice Parker al blog Cities and Memory, "y recordar a la gente que, mientras tienen sus teléfonos en silencio en sus bolsillos, en algún lugar de allá fuera un enorme enjambre de discos duros y ventiladores están dando vueltas de forma frenética, gestionando nuestras identidades digitales".

Y no está solo en esto. Las grabaciones sobre el terreno en centros de datos se han convertido en una especie de industria doméstica. Fijémonos en el apropiadamente titulado "Data Center Hum" (chiflido de centro de datos) de AutoDestructo:

O en el "Data Center" de Jezreel Acústica:

El siguiente vídeo tembloroso ilustra que las grabaciones de los murmullos secretos de los centros de datos no siempre son legítimas, tal y como dice su descripción es "breve y un tanto arriesgado, no se permiten filmaciones":

Por supuesto, que te despidan de tu curro de administrador de sistemas y luego te acosen las autoridades por grabar a escondidas el zumbido del progreso puede que no sea uno de tus peores problemas. Los centros de datos son probablemente bastante arriesgados para tus oídos. Sin olvidarnos de toda esa suciedad de energía que rezuman. Suena horrible.