Este artículo incluye contenido explícito. El diseño de juguetes sexuales entraña algo de arte y de ciencia, teniendo que considerar diversos aspectos desde el mismo placer hasta cómo mostrar o esconder el objeto. Pero los objetos de arte sexuales diseñados por el artista holandés Bastiaan Buijs presentan además otro atractivo que no encontrarás en el típico sex shop. Durante la Semana Holandesa del Diseño, el estudio Cremaster de Buijs presentó un consolador bajo el nombrede Grandfather Clock [reloj del abuelo] y es la pieza que complemente a una rolliza escultura abstracta titulada The Satyr, que también sirve como dispositivo de masturbación masculino.
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El concepto del The Satyr es contrario al de la mayoría de objetos sexuales, que representan la idea de que darse placer a uno mismo es algo que debe esconderse. Según explica Buijs a The Creators Project, su escultura de color rojo brillante es una prueba de que su dueño "ha superado la vergüenza" de tener un juguete sexual. "Intenté transformar la imagen de un tipo deplorable con su muñeca hinchable en un hombre que apoya su deseo y pasión", escribe Buij en la descripción del producto
El Grandfather Clock ofrece una función similar, haciendo referencia al oficio atemporal de la fabricación de relojes, que son a la vez herramientas pragmáticas y objetos dignos de mostrar a nuestro alrededor. Fabricado con vidrio soplado y un mecanismo de relojería de cobre, su diseño podría haber sido una obra de hace siglos, si por aquel entonces hubiera sido aceptable socialmente. "En un principio, el Grandfather Clock fue solo na idea de cómo los juguetes sexuales podrían presentarse sin que se percibiesen como tales. Lo que me interesaba era el hecho de que la gente suele mantener estos juguetes ocultos en la mesilla de noche e incluso sienten vergüenza de tenerlos. Quería crear algo que la gente no se sintiese avergonzada sino orgullosa de tener". Además, resulta práctico si te quedas sin pilas para tu consolador habitual.Ambos juguetes son completamente funcionales y han recibido críticas dispares del público, lo que es de esperar cuando tu trabajo intenta desafiar la idea de lo que se supone sexualmente aceptable. "Si lees los foros de internet, creo que la gente me encuentra más como un mamón enfermo que como un revolucionario positivo", dice. "Pero creo que es muy bueno mostrar al mundo que puede haber diversidad de opiniones en cuanto al sexo y los juguetes sexuales, y hay que mostrar eso para poder aceptar la diversidad sexual".
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Buijs se graduó hace poco en la Academia de Diseño de Eindhoven, donde empezó a diseñar tanto el Grandfather Clock como The Satyr. Ahora está trabajando en una versión del primero a mayor escala que se encontrará a la venta en su página web, y en una nueva escultura porque, bueno, "El agujero de The Satyr es demasiado pequeño".
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