El Berghain, esa meca del tecno berlinés, puede que se haya hecho popular por sus largas noches de musicón y sustancias psicotrópicas, pero la arquitectura interior del edificio que alberga estas fiestas infinitas también merece su parte de atención. Con techos de 18 metros de altura e hileras de enormes columnas, el edificio industrial parece sacado de una película de ciencia ficción, una mezcla entre Alien y Blade Runner. Para el vigésimo aniversario del sello alemán Raster-Noton, desde la noche del pasado jueves y hasta el 30 de abril, el espacio acústico y arquitectónico del Berghain se transformó en una instalación audiovisual titulada White Circle.
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En colaboración con el grupo de arte y tecnología conocido como ZKM, Raster-Noton invitó a cuatro de sus artistas —Alva Noto, Byetone, Frank Bretchscneider y Kangding Ray— para que participaran en la creación de esta composición audiovisual. Cada uno de los trabajos de los artistas es un “concepto independiente y autónomo”, aunque las obras utilizaron el ambiente y zumbidos como puntos de referencia sonoros. Cada una de las piezas funciona como una luz intermitente que forma parte de un círculo de tubos de luz blanca, que reacciona ante cada una de las obras de audio de los artistas.
“Todas las obras se basan en la idea de música ambiente, una música que hace tangible el espacio acústico y el estímulo visual”, anuncia Raster-Noton. “White Circle fue concebido exclusivamente para Klangdom de ZKM, una cúpula de sonido formada por 47 altavoces distribuidos por toda la sala, que pueden controlarse a través del software Zirkonium para transformar el propio sonido en una experiencia espacial escultural”.
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