La congestión y la contaminación son dos males ampliamente conocidos que vienen de la mano de la urbanización postindustrial. Futuristas como Elon Musk, fundador de la compañía de coches eléctricos Tesla, han presentado posibles soluciones a la saturación del aire por la contaminación y el dióxido de carbono, pero los vehículos ecológicos todavía siguen saturando las carreteras de todo el mundo. SkyTran, una empresa de transporte futurista de California y socio de la NASA, cree haber encontrado la solución para acabar de un tirón con los problemas a los que se enfrenta la cultura del transporte moderno:
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SkyTran es un sistema de transporte rápido personal (PRT por sus siglas en inglés) co
ncebido por el ingeniero aeroespacialDouglas Malewecki. Esto significa que en lugar de consistir en trenes subterráneos que acaban abarrotados, llevará a los pasajeros en cápsulas personales propulsadas por cohete.El principal componente de su infraestructura es una serie de monorraíles elevados, que en la página se afirma que son silenciosos y respetuosos con el medioambiente. Estos raíles servirán de soporte para las cápsulas utilizando la misma tecnología futurista y estrambótida que el MagLev que China ha estado usando en su sistema de railes Super-Maglev.Las cápsulas se pueden reservar a través de una aplicación para smartphone, y recogerán y dejarán a los pasajeros a lo largo de la ruta de los raíles. En su vídeo sobre el producto, SkyTram asegura que este sistema se integrará en barrios tranquilos y áreas urbanas de una forma que acabará con el “círculo vicioso del crecimiento, construcción y abarrotamiento seguidos por más crecimiento, más construcción y más abarrotamiento”.
El primer cliente de SkyTran es el socio de la compañía, Israeli Aerospace Industries (IAI), que construirá un monorraíl MagLev de prueba en su campus en Tel Aviv. Allí, el mundo podrá comprobar si el CEO de SkyTran, Jerry Sanders, es capaz de respaldar su ambiciosas declaraciones sobre su eficacia.El modelo actual alcanza tan solo 72 kilómetros por hora, con lo que obviamente no puede competir con las velocidades de carretera de los coches que la compañía pretende reemplazar. Y a pesar de la libertad que ofrecen las cápsulas personales de SkyTran, todavía seguirán sujetas a la ruta del monorraíl, lo cual no será bien recibido por aquellos usuarios a los que les gusta probar nuevos recorridos. Además, los legisladores locales podrían no apreciar el valor de reemplazar el sistema de transporte público actual por una infraestructura completamente nueva.
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Por otra parte, si la tecnología supera estas limitaciones y todo sale de acuerdo con el plan de SkyTran, podríamos ver estas cápsulas dignas de los Supersónicos saliendo disparadas de los edificios antes de lo que pensamos. Solo esperamos que la cosa no acabe como con el tren del episodio de Los Simpsons“Marge contra el monorraíl”.
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