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Los suburbios sirven de fondo para este experimento audiovisual

"We Need Nothing to Collide" de Mark Wheeler nos presenta las proyecciones de un colorido espectáculo de luces sobre un lienzo suburbano.

We Need Nothing to Collide de Mark Wheeler en Vimeo.

El director de arte de B-ReelMark Wheeler, quiere pintar el mundo con sonido. Para su reciente colaboración con su compañero de trabajo y también director de arte, Clay Weishaar, y con el productor del Reino Unido Russ Chimes, Wheeler tomó las calles de Malibú y Santa Mónica con poco más que un proyector de 5000 lúmenes y un automóvil. El “experimento de sonido visual” resultante documenta el arte en movimiento constante y la luz con vida.

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Incluso si se observa en silencio, como lo hicieron originalmente los ciudadanos del Condado de Los Ángeles, el corto de cuatro minutos de Wheeler, titulado We Need Nothing To Collide [no necesitamos nada para colisionar], nos transmite unas vibraciones fluidas. Sobre un lienzo formado por un paisaje suburbano de fondo, la canción original de Chimes se va transformando al tiempo que las texturas y colores de California reciben su propia experiencia de efectos visuales. En la descripción del proyecto, Wheeler explica: "Todos los efectos se realizan con la cámara", lo que significa que todo lo que has visto en el vídeo anterior fue creado utilizando únicamente un programa de software personalizado y un proyector.

En el pasado, Wheeler ha trabajado en una larga serie de experimentos audiovisuales, incluyendo una aplicación de secuenciador por pasos MIDI, llamada “Mark Eats Sequencer”, que lanzó a principios de este año. Sin embargo, tras la magia de We Need Nothing to Collide, se esconde una aplicación OpenFrameworks personalizada, que utiliza la sencilla plataforma del conjunto de herramientas C++ de fuente abierta para tomar las notas MIDI de la canción, junto con sus BPM y valores CC, y transformarlas en un deslumbrante espectáculo de luces. A cada compás y nota, las imágenes de Wheeler emergen, danzan y se desvanecen.

Filmado con una cámara 5D, We Need Nothing to Collide aprovecha al máximo la creciente intersección entre el mundo digital y el físico. En una conversación con Creative Applications Network, Wheeler explicó: “Al principio, teníamos pensado filmar en localizaciones más salvajes y naturales, pero tras hacer unas tomas de prueba en los suburbios nos dimos cuenta de que había algo mágico en el modo en que las proyecciones transformaban esos paisajes más mundanos. Por supuesto, también es divertido ver la reacción de los transeúntes (o, a veces, su habilidad para ignorar enormes proyecciones)”. We Need Nothing to Collide demuestra la capacidad de la experimentación audiovisual no solo para realzar los esplendores del arte digital, sino también para atraer nuestra atención hacia la belleza natural del mundo que nos rodea.

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Descarga "We Need Nothing To Collide"  de Russ Chimes en iTunes, y explora otros experimentos audiovisuales en la página web de Mark Wheeler.

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