Una mansión abandonada se recupera como espacio artístico

El proyecto de instalaciones artísticas Birdsell ha devuelto la vida a una mansión de 117 años en South Bend, Indiana.

por Emerson Rosenthal

31.3.15

La mansión Birdsell. Imágenes cortesía del proyecto Birdsell Art Installation

A sus 117 años, la mansión Birdsell en South Bend, Indiana, hace tiempo que quedó pasada de moda. Sus paredes, que en otros tiempos lucieron diversos elementos decorativos, han quedado desiertas y sus trabajos de carpintería desgastados, ni siquiera queda rastro de su majestuosa escalera y solo vemos una más pequeña destinada para su uso por parte de los sirvientes. La vivienda de estilo reina Ana tiene casi 2500 metros cuadrados de extensión y fue pasando generación tras generación entre los descendientes de un fabricante de equipamiento agrícola, hasta que quedó abandonada tras el desalojo de las oficinas del abogado y congresista F. Jay Nimtz en la década de los 90. Sin embargo, estos días vemos que algo se cuece en la mansión Birdsell.

El proyecto Birdsell Art Installation es una iniciativa de los artistas locales Nalani Stolz y Myles Robertson que tiene por objeto rehabilitar la mansión como espacio artístico para residencias, eventos e instalaciones creadas específicamente para el lugar. "Estas viviendas abandonadas se pueden ver con repulsión o como una oportunidad", dice Robertson en un documental sobre el proyecto, que puedes ver a continuación. "Pensé, especialmente en relación a los edificios históricos, qué opciones creativas había para utilizarlos en lugar de derruirlos y cegar sus ventanas".

"Hay una gran cantidad de detalles interesantes, como las zonas donde las paredes se están derrumbando, todas esas texturas diferentes. De immediato nos pareció que había mucho potencial", explica Stolz.

Tras hacer un llamamiento a artistas locales y obtener una abrumadora cantidad de respuestas, el dúo se dio cuenta de que necesitarían habilitar no solo una habitación de la casa, si no la mansión entera. "Estábamos muy interesados en presentar arte creado específicamente para el lugar, que jugara con la decadencia, con la arquitectura y que respondiera ante el espacio, eso era muy importante para nosotros", dice Robertson, y la verdad es que para la exposición inaugural, que acabó el pasado 13 de febrero, los artistas respondieron realmente al espacio.

En un comedor desierto, Justin Barfield instaló lo que parecen ser las raíces de un árbol increíblemente gigante. "Mi obra se titula Technician y ha ido tomando diversas formas a lo largo de los años", dice Charles Jeremovic acerca de su conjunto de equipo militar que cubre de pared a pared y que incluye también sistemas electrónicos de la NASA y otros equipamientos que parecen ser sumamente técnicos. "La versión que se presenta en Birdsell es la mayor y mejor hasta la fecha". Incluso la propia Stolz presentó una de sus obras en la exposición, una serie de esculturas mobiliarias que parecen desgastadas por el paso del tiempo. "La obra está originalmente inspirada en los pinos longevos, porque son esta especie de árboles muy viejos que acaban quedando tallados por el viento hasta que desaparecen por el centro, y de algún modo quería imitar eso con las sillas", explica. "Ir rasgando hasta que la pieza central desaparece".

Desde que presentó su primera exposición en grupo, el proyecto Birdsell ha servido para acoger proyecciones, cenas y espectáculos de músicos y bailarines locales, y Stolz y Robertson anunciaron hace poco la residencia para el verano del 2015, que se iniciará el 16 de junio y acabará el 16 de agosto.