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Una mirada electrizante hacia el primer museo del mundo dedicado a la luz en el arte

El centro internacional dedicado a la luz en el arte, Unna, incluye obras de James Turrell y Olafur Eliasson, y acaba de anunciar un premio internacional para artistas emergentes del "light art".

Floater 99 de James Turrell (2001)

Unna es el centro internacional dedicado a la luz en el arte y acaba de lanzarn la primera convocatoria del premio internacional de “Light Art”, que iluminará la trayectoria de un joven artista de forma anual a partir del año que viene. Esta competición artística nace con la intención de promover artistas que trabajan dentro del campo del “light art”, y ofrece un primer premio de 13.500 dólares, además de otros tres para otros merecedores candidatos.

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El premio coincide con el Año Internacional de la Luz de la UNESCO en el 2015, una iniciativa respaldada por la Asamblea General de la ONU, cuyo objetivo es destacar la importancia de la ciencia y tecnología basadas en la luz que son capaces de promover un desarrollo sostenible y ofrecer soluciones a los problemas mundiales relacionados con la energía, la educación, la agricultura y la sanidad. Con esta iniciativa, el 2015 podría convertirse en un hito en la historia del “light art”, con el museo Unna sirviendo de epicentro creativo del campo.

El primer y único museo en el mundo completamente dedicado a este tipo de arte, se encuentra en un remoto edificio situado a casi tres horas de Berlín. En el 2002, la ciudad de Unna empezó a plantearse cómo podía convertir una vieja fábrica de cerveza en algo especial. Concretamente, su intención era crear un espacio espectacular aprovechando todos esos turbios y oscuros sótanos del edificio. “¿No es un espacio ideal para hacer algo con luces?”, dijo John Jaspers, comisario del museo, a The Creators Project en una conversación telefónica.

Tunnel of Tears de Keith Sonnier

 (2002)

Recorrer la exposición permanente es como flotar a través de una breve historia de la luz en el arte, sobre todo desde que Jaspers "invitara al Rembrandt y al Van Gogh del light art" a que expusieran sus obras, refiriéndose a Olafur Eliasson y James Turrell. El museo también tiene una sección para exposiciones rotativas, en la que ahora mismo se puede el trabajo de un artista de instalaciones holandés llamado Jan Van Munster, conocido por la creación de obras luminosas en espacios públicos. Los ganadores del premio “Light Art” podrán instalar sus obras en el museo el próximo enero.

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La colección del Unna incluye la obra de 14 artistas (y sigue creciendo), cada una de ellas creada para ser expuesta en un sitio específico. El proyecto de Eliasson del 2002 The Reflective Corridor | Draft To Stop The Free Fall, por ejemplo, consiste en una catarata iluminada por una luz estroboscópica que se desliza por las dos paredes de una sala que puedes atravesar caminando. Otra instalación es Lotus Shadow de Rebecca Horn (2006), una serie de lámparas hechas de cobre, cristal, acero y luz que brillan en la sala como flores de loto. También hay un texto de Joseph Kosuth titulado The Signature of The World — Light And Darkness (2001), que reproduce las románticas rimas del poeta Heinrich Heine con tubos de neón. Luego tenemos el Fibonacci Sequence de Mario Merz (2000), que se encuentra en realidad fuera del museo, puesto que el proyecto es una secuencia matemática representada por luces de neón que suben por una chimenea situada al lado del edificio principal de la fábrica de cerveza.

Lotus Shadow de Rebecca Horn (2006)

Sin embargo, mi favorito es el Floater 99 de James Turrell (2001), que presenta una luz púrpura brillante que se disuelve a medida que avanza el tiempo, lo único que ves es una pantalla LED con luces que cambian suavemente de un azul hielo a un rojo magenta, recordándonos un poco a la niña que se vuelve violeta tras comerse un chicle en Charlie y la Fábrica de Chocolate. Aunque la verdadera sensación de la exposición puede que sea el edificio de dos plantas de Turrell conocido como Third Breath (2005/2009), que permite a los visitantes experimentar una forma completamente nueva de percepción visual al observar el cielo a través de una lente única. “La gente viene hasta aquí solo para ver esta obra”, dijo Jaspers.

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¿Pero es el “light art” un movimiento artístico? “En el contexto de la escultura y las instalaciones, se ha convertido en su propia corriente artística”, dijo Jaspers. “Otto Piene es un artista de light art, el light art existe. Es una corriente. Me refiero a que hay artistas que utilizan la luz como su material básico. No se trata de las cualidades estéticas de la luz, no es diseño de luces, es la luz en el arte”. ¿Y su coste?

“Sin electricidad no hay mucho que ver”, respondió.

Space-Speech-Speed de Mischa Kuball

 (2001)

Puedes llegar a Unna a través de la red de trenes Deutsche Bahn de Berlín. Lee más sobre el premio "Light Art". Sigue a Nadja en Twitter. 

Imágenes cortesía de Unna.

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