Extraterrestre, de otro mundo, indescriptible, son algunas de las palabras que te vendrán a la mente cuando veas la instalación interactiva Antrum (‘cueva’ en latín). Resulta difícil encontrar una definición exacta que le haga justicia, pero por suerte las imágenes hablan por sí mismas: es la perfección geométrica en la punta de tus dedos.El genio tras esta obra luminosa se llama Tatiana Plakhova, una diseñadora gráfica e ilustradora de Moscú. En su página web, Plakhova describe su última instalación como “una cueva habitada por seres extraños”. Cuando los visitantes tocan las membranas o se apoyan sobre ellas, la compleja instalación de luz empieza a moverse lentamente, como si fuera una telaraña gigante y luminosa. Según Plakhova, "El enfoque integral de esta instalación era encontrar un modo nuevo de ver ilustraciones infográficas. Mi mayor inspiración fueron las matemáticas, porque se encuentran por todas partes y en ningún lugar a la vez".
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