Ya iba siendo hora de reinventar el lápiz

Una clase de estudiantes de diseño israelís rediseña la icónica herramienta de escritura.

por Beckett Mufson

3.12.15

Ofta Oberman, Lápices brocha, 2015. Imágenes cortesía de Luka Or

Cuando hablamos de lápices, la imagen que nos suele venir a la mente es un palito hexagonal de madera amarillo y negro con el centro de grafito. Pero una clase de estudiantes israelís los están diseñando saliéndose de ese viejo paradigma. Bajo la dirección de los profesores de diseño Luka Or y Keren Tomer, una clase de diseño industrial del Instituto de Tecnología de Holon ha convertido la clásica herramienta de escritura en brochas y sellos, y hasta los han optimizado para escribir cartas.

"El lápiz es un objeto muy clásico y específico que cuenta con un gran valor cultural e histórico", dice Or a The Creators Project. El utensilio de escritura de grafito es más viejo que el continentes americano y es tan omnipresente que literalmente se ha convertido en icono en la mayoría de los sistemas operativos. Quizás sea la única herramienta con la que todo estudiante se cruza necesariamente en su camino. "Les dimos a los estudiantes una breve presentación de la historia del lápiz y algunos ejemplos de las innovaciones en el campo, y luego les pedimos que diseñaran su propio lápiz. Les animámos a que se fijaran en todos los aspectos del lápiz como base para su innovación: los materiales, tecnologías, usos, historia, etc. Les dimos mucha libertad en sus interpretaciones, para que este objeto tan conocido y específico pudiera dar pie a una amplia investigación y diversidad de diseños".

Gal Yacobi, Lápiz sello, 2015

La estudiante Noy Meiri creó un conjunto de lápices similares a un cortador de pizza que están específicamente diseñados para hacer marcas sobre tela para crear moda. Otro estudiante llamado Gal Yacobi creó un modelo con un sello incorporado, ideal para sellar cartas con cera. Yael Hasid creó un par de lápices +/-, donde uno sirve para escribir y el otro para borrar. Uno de los proyectos más interesantes visualmente, creado por Ofta Oberman, consiste básicamente en un conjunto de brochas de grafito sin pintura. Según dice Or: "Los 18 lápices creados presentan formas e historias diversas y una serie de diferentes enfoques conceptuales, y eso es justamente lo que queríamos".

Con tal cantidad de opciones originales y retorcidas, ¿sería hora de que abandonáramos nuestra clásica idea de lo que es un lápiz? Or dice que no: "El lápiz de hoy es perfecto, es una herramienta cotidiana clásica que ha conseguido mantenerse relevante mientras todo ha ido cambiando a su alrededor". Más bien lo que ha conseguido el ejercicio es enseñar a los estudiantes que cualquier diseño se puede modernizar. Or añade: "Nos encantan los lápices, la idea no era ponerlos a prueba sino utilizarlos como base para la propia expresión y para la innovación del diseño. El hecho de que todos nosotros conocemos y utilizamos el lápiz y podemos recordar largas horas utilizándolo era un buen punto de partida. El diseño debería partir de un lugar de empatía".