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Cultură

La artista Laura Ramírez te hará sentir en un agujero negro

La instalación de esta colombiana nos dejó impactados en la fiesta de lanzamiento de VICE. Hablamos con ella a propósito del nuevo video de su proyecto Into The Void.

Fotos cortesía de: Laura Ramírez.

¿Alguna vez has sentido que estás, literalmente, dentro de un agujero negro? Probablemente no. Hace un tiempo descubrimos a una artista visual que es capaz de hacerte sentir eso y que en la fiesta de lanzamiento de VICE en Bogotá lo demostró. Laura Ramírez es la mente creativa detrás de este concepto experimental llamado Into The Void.

Precisamente la artista colombiana acaba de lanzar el video de su trabajo (tienes que verlo abajo, es impresionante). Es una obra cruda que te lleva a la complejidad de lo desconocido, que te hace cuestionar dónde estás parado y qué se siente cuando te embarcas en un viaje fuera de la realidad: ¿Miedo? ¿Felicidad?¿Ansiedad? ¿Desorientación?

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En la búsqueda de otras tendencias plásticas, Ramírez encontró el video mapping y ya lleva cuatro años trabajándole a eso. También se dedica a las instalaciones experimentales y es VJ. Desde hace un tiempo su nombre está sonando en festivales nacionales e internacionales: ha participado en el Mapping Festival en Ginebra, en La Noche en Blanco en Bogotá, en el Zushi Media Art Festival en Japón, en el Live Performers Meeting en Roma… y bueno su recorrido es largo.

Me encontré con ella para hablar sobre su nuevo trabajo, su trayectoria, los festivales y sus próximos proyectos.

VICE: Durante el proceso creativo detrás de Into The Void ¿qué buscabas?

Laura Ramírez: Siempre he trabajado con grupos grandes, esta es una de las primeras veces que trabajo de una manera más intima. La intención de Into The Void era intervenir el espacio de una manera no convencional haciendo uso de la luz, y mostrar lo que normalmente no se puede ver. El concepto en un principio fue de mucha experimentación.

Quería que las personas llegaran a ser parte de la obra. Cuando el espectador se para en la mitad tiene la sensación de que el piso se mueve, como si estuviera viajando en un hoyo negro. Es una evocación a lo desconocido, ¿dónde estoy?, ¿qué es esa luz?, ¿a dónde me lleva? Trato de lograr ese sentimiento en el público por medio de visiones ópticas, como el vértigo o esa luz que te pasa alrededor pero que no puedes coger.

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¿Encontraste algunos elementos que no esperabas?

Sí, uno siempre encuentra cosas que no espera. A veces hallas errores que no sabías que existían y a veces descubres aciertos que no esperabas. Creo que en general la pieza logró el objetivo en un noventa por ciento. Algo chévere, fue que en algunos momentos la pude hacer interactiva y entonces las personas podían controlar los contenidos de la obra. Era algo que no tenía antes y esta vez lo pude lograr. Si hago una tercera presentación creo que le arreglaré unos detallitos muy personales. Es un gran logro para mí.

¿Qué tanto puedes controlar el efecto que la obra tiene en las personas?

Eso es muy difícil. Hay gente que puede quedar fascinada con lo que hago y no lo entienden, hay otros que lo entienden y no les gusta. Al público al que me dirijo con mis obras logro darle el impacto que quiero, hago una obra muy consciente y que a nivel personal va a causar una reacción.

¿Hay más artistas en Colombia que estén haciendo lo mismo?

Sí. El video mapping está más desarrollado en las empresas privadas. Hay artistas independientes que lo están haciendo pero hace falta el apoyo de una comunidad, son montajes muy costosos. El tema de las artes electrónicas en Colombia todavía es muy insípido, es difícil pensar en un VJ o en un mapping y más difícil, explicarlo.

Has estado en muchos festivales en Colombia y afuera… Tienes un gran recorrido. ¿Qué descubres en esos lugares?

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Hay dos tipos de festivales en los que participo, el de las artes electrónicas que es netamente artístico y el de los VJs. Lamentablemente en Bogotá no hay festivales de artes electrónicas. Es una gran falencia sobre todo cuando en ciudades más pequeñas como Manizales y Barranquilla sí hay. Acá estamos quedados, me siento un poco aislada porque no hay mucha gente que haga esto y tampoco se valora el trabajo.

Cuando voy a los festivales internacionales es del putas porque estoy con la gente que sabe de las cosas que hago. Lo más interesante es la conexión que puedes hacer, conocer a los artistas, ver sus procesos de cerca. Estar en esa comunidad donde la información te llega de un modo diferente es increíble, eso te hace subir de nivel.

Por cierto, felicitaciones, hace poco lograste el cuarto lugar en el Mapping Festival en Ginebra…

¡Sí! es un festival al que suelo ir, es la tercera vez que participo. En esta ocasión quedé en cuarto lugar. Lo que más me emocionó fue que de los cuatro finalistas, tres éramos sudamericanos. Eso te hace pensar que estamos subiendo de nivel, siempre te imaginas que las artes electrónicas son algo exclusivo de Europa. Esa perspectiva ya está cambiando poco a poco.

Hace un año participaste en La Noche en Blanco en Teusaquillo, te inspiraste en la cultura de los 8 bits… ¿De qué va eso?

Sí, tenía la fachada de una casa para hacer una intervención. El rollo de los 8 bits, los videojuegos, manejar el píxel, la imagen un poco sucia y el ruido de la misma es algo que he trabajado bastante y me agarré de eso para hacer la presentación. Armé un video mapping con esa línea estética. Fue increíble, aunque tuve algunos problemas técnicos al final la gente quedó muy contenta. Todos estaban muy curiosos preguntándome cosas ¿Eso qué es? ¿Cómo lo haces? ¿Qué haces para que te cuadre? La respuesta fue muy positiva.

¿Y ahora qué planes tienes?

Después de Into The Void quiero comenzar a trabajar en otra instalación que estoy cocinando. Otro proyecto que tengo es dictar un taller; el año pasado hice los primeros para VJs y en cierto punto es muy chévere porque quiero que la comunidad se mueva en este mundo y despertar más curiosidad por el tema.