Hablamos con Patti Smith sobre estar enamorados y llorar por todo

FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Hablamos con Patti Smith sobre estar enamorados y llorar por todo

Patti Smith se moría de hambre pero sobrevivía y estaba decidida a capturar la energía de su generación.
Hannah Ewens
London, GB

Patti es pintora, poeta y punk. Es una narradora que utiliza todos los medios y una viajera del mundo. Su vida creativa — que evoca de forma fascinantemente detallada en su autobiografía Just Kids y M Train — empezó a principios de la década de los 70 en Nueva York cuando era una mujer joven que intercambiaba su arte por una cama en el Hotel Chelsea y se juntaba con Allen Ginsberg y Thurston Moore. En una ciudad entonces barata que recibía a los soñadores, Patti Smith se moría de hambre pero sobrevivía y estaba decidida a capturar la energía de su generación.

Publicidad

Nunca tuvo intenciones de grabar un disco pero su álbum debut, Horses, fue y sigue siento uno de los más importantes del siglo pasado. Desafiante y andrógina, mira fijamente a la cámara para la portada del álbum, una fotografía tomada por su amor joven Robert Mapplethorpe. Su pasión por su propia obra creativa y la de otras personas es contagiosa. Después de estar unos años tranquilos con su familia, por fin regresó en la década de los 90 y desde entonces se la ha pasado haciendo música y dando giras. Sus presentaciones en vivo son más un despertar espiritual masivo que un concierto. Son revitalizantes, Patti Smith es de otro mundo y, al mismo tiempo, es la más humana de todos nosotros.

Acaba de llegar de Tokio y se está recuperando del jet lag en su habitación de hotel. Su próxima presentación va a ser en el Hyde Park, uno de los parques más grandes de Londres. ¿Cuántos libros empezaste y terminaste de leer el año pasado? No mientas.
No sé si pueda responder esa pregunta porque leo todos los días. No sé… ¿unos doscientos? Pero a veces son repetidos. Si viajo, busco librerías que tengan libros en inglés. Últimamente estoy obsesionada con es escritor francés Patrick Modiano. Su atmósfera me atrapó y terminé leyendo todos sus libros que han traducido al inglés. Justo ahora estoy leyendo otra vez su libro Paris Nocturne. Traigo una copia de La tierra baldía y estoy leyendo una biografía de Simone Weil escrita por Francine du Plessix Gray. Cuando termine todo lo que tengo que hacer en Londres, voy a tomar un tren hacia Ashford, Kent, donde murió Weil durante la guerra. Quiero visitar su tumba.

Publicidad

¿Cuántas personas se han enamorado de ti?
¡Oh Dios! Sería muy presuntuoso de mi parte contarlas. He tenido la suerte de estar enamorada pero nunca he contado las veces. Mi esposo fue mi gran amor. Lo conocí en 1976 y nos casamos en 1980. Estuve con él hasta que murió en 1994. También esta Robert Mapplethorpe, mi gran amor de cuando era joven. Le tengo mucho respeto a los que están enamorados. Amamos a mucha gente que no conocemos, como actores, actrices o escritores, simplemente porque son maravillosos. Usamos el término "amor" para muchas cosas que nos gustan pero estar realmente enamorado de una persona es algo muy profundo.

¿Cuál ha sido el momento mas aterrador de tu vida?
Una vez, mi esposo y yo estábamos en una juguetería con nuestro hijo de tres años de edad. En un abrir y cerrar de ojos, desapareció. Era una tienda enorme y lo estuvimos buscando por casi 15 minutos. En esa época eran muy comunes los secuestros en Detroit y acababan de asesinar a una niña. El terror que sentimos mi esposo y yo en esos 15 minutos fue lo más feo que he sentido en toda mi vida. Al final lo encontramos en una casa de campaña para niños. Estábamos muy felices pero nunca habíamos sentido algo tan feo.

El segundo momento más aterrador de mi vida fue cuando derribaron las Torres Gemelas. Mi hija, que en ese entonces tenía nueve años, iba a la escuela muy cerca de ahí. De hecho, desde mi casa vi cómo se caían las torres. Por un momento pensé que le había pasado algo a su escuela y, aunque suena egoísta, era todo lo que me importaba. Los dos momentos más aterradores de mi vida fueron cuando creí que mis hijos estaban en peligro.

Publicidad

¿Cuál sería tu última comida?
Tendría que pensarlo bien. ¿Puede ser un shot de mezcal o un café? Creo que ganaría el café pero no sé. Es una decisión muy difícil. Amo la comida. Podría ser algo muy simple, como el espagueti perfecto. Eso me encantaría.


Relacionados: Entrevista con Eva Green, la gótica/guerrera/bruja/mística favorita de Hollywood


¿Qué es lo más cercano que has tenido a un acosador?
Tuve un problema con un fan en la década de los 70 que empezó a robarse mis cosas. Por ejemplo, si iba a alguna estación de radio y dejaba mi libro o algo en una silla, esta persona llegaba y se lo robaba. Tardé mucho en darme cuenta. Estoy por cumplir 70 años, no creo tener acosadores. Pero bueno, soy muy abierta y vivo libremente. En realidad nunca he invitado esa clase de atmósfera. No necesito guardaespaldas. Incluso en mi época más exitosa, cuando era joven, tuve la suerte de estar en contacto con mi gente y hacerle saber que lo único que quería era una vida normal. Quería poder caminar por la calle y comer lo que me gusta.

¿Qué película o programa te hace llorar?
Oh, yo lloró por todo. Casi todas las películas me hacen llorar. La última vez que lloré por programa de televisión fue en el final de Wallander, una producción de la BBC. Kenneth Branagh como Wallander me hace llorar. Lloré al final de casi todos los episodios. Pero bueno, soy muy chillona. A veces lloró de felicidad. Por ejemplo, en Alicia en el país de las maravillas de Tim Burton, lloré cuando Alicia persigue al Jabberwocky al final y le dice "Trato de creer en seis cosas imposibles antes del desayuno". Lloro cuando la gente prevalece más que cuando pasa algo trágico. A veces, las películas más felices son las que más me hacen llorar, solo con ver un poco de alegría o ver que le pase algo lindo a la gente cuando nuestro mundo es tan oscuro y lleno de problemas. La alegría me hace llorar.

Publicidad

¿Cuál es el recuerdo de la escuela más vívido que tienes?
El día en que me di cuenta de que me gustaba hablar frente a la gente. Era tímida y torpe pero estábamos estudiando Moby Dick en la escuela y yo estaba tan aburrida por la presentación de la maestra —creo que fui demasiado obvia— que la maestra se enojó y me dijo que si creía que podía hacerlo mejor, subiera y lo hiciera. Respondí "está bien", me levanté y le conté a la clase sobre Moby Dick en mis propias palabras. Todos lo disfrutaron y ahí supe que hablar en público era lo mío. Por un tiempo consideré ser maestra. Pero no. Aunque sigo hablando en público. Pienso mucho en ese día.

Me acordé de eso el año pasado en Glastonbury porque la multitud era enorme. El Dalai Lama se subió al escenario y le pidió al público que le cantara feliz cumpleaños. Vi a toda esa gente reunida, eran cerca de cien mil personas, y me puse muy nerviosa. Pero en ese momento pensé en la vez que tuve que hablar de Moby Dick en la clase y me calmé. Por eso atesoro tanto ese recuerdo.

De todo lo que has logrado en tu trayectoria, ¿qué es lo que más te enorgullece?
En nuestra última gira, estuvimos en Polonia y nos presentamos frente a 20 mil personas en un campo. Tocamos Horses y te juro que el 70 por cuento de todos los que estaban ahí eran como de 25 años de edad y se sabían todas las letras del disco. Me puse a llorar porque fue algo muy significativo. Me enorgullece poder comunicarme tan profundamente con las nuevas generaciones. Es impresionante estar en un lugar nuevo y ver a tanta gente apoyando lo que hacemos, dándonos su energía. Eso es lo que buscaba cuando era joven. Poder comunicarme directamente con la gente. Es algo realmente digno de orgullo, mucho más que un premio o cosas así.

¿En qué teorías de conspiración crees?
¡Teorías de conspiración! No soy mucho de esas cosas. Más bien soy una persona que ve el humor extraño de ciertas cosas que pasan y que todos relacionan. A veces pienso que todos somos víctimas felices o tristes de un mundo prediseñado porque, cuando me pongo a analizar las cosas, parece como si ya estuvieran escritas. Mi idea de conspiración es tratar de descifrar qué tanto de nuestras vidas ya está preconcebido y qué tanto es improvisado. Es lo que más me intriga.

Hoy en día ni siquiera necesitamos obsesionarnos con teorías de conspiración porque muchas de las cosas que están mal en nuestro mundo y nuestros políticos, gobiernos y corporaciones quieren que creamos que son teorías. El cambio climático, la contaminación, los pesticidas o cómo estamos destruyendo el orden natural. El colapso de la población de abejas. Cosas aterradoras que quieren que creamos que son teorías pero la verdad es que el mundo está cambiando y no es para bien.

Sigue a Hannah Ewens en Twitter.