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Cómo emborracharte en Disneylandia

Hasta 2013 el alcohol estaba prohibido en Disney World, pero en el Radiator Spring Racers puedes operar tu vehículo de motor bajo la influencia de la mayor cantidad de bebidas.

Había una vez una clientela adulta de Disney que podía resumirse en tres categorías: los padres, los fanáticos, y las solteras (una tendencia desconcertante, a menos que haya un club de striptease escondido bajo las vías del Space Mountain). Aunque promocionado como divertido para todas las edades, la falta de licor en Disneylandia provocó que los adultos sibaríticos buscaran diversión en otra parte.

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Pero, últimamente, hay un nuevo grupo en Toontown: la multitud bebedora.

Hasta 2013, el alcohol estaba prohibido en Disney World y Disneyland debido a los deseos de Walt por mantener sus parques clasificación G. Sin embargo, hay un reino mágico que ha pregonado el alcohol desde su apertura en 2001: Disney California Adventure Park (DCA). Como destino familiar, Disney le resta importancia a su parque temático más embriagador. Yo estoy aquí para cantarle alabanzas.

Deja que la casa de los jipis y Hollywood se encarguen de incrementar la imagen sobria de Disney.

Al principio no le di importancia al parque más reciente del imperio de Mickey, suponiendo que eran las sobras de su vecino OG, Disneyland. Pero cuando finalmente me topé con DCA con un park-hopper pass (pase para entrar a diferentes parques) –y descubrí la abundancia de ofrendas alcohólicas– me volví adicto.

¿Cómo fue que Disney California Adventure eludió la prohibición de bebidas alcohólicas? Ubicación, ubicación, ubicación. Un parque de atracciones que celebra al Estado Dorado no puede dejar de lado sus principales industrias: el vino, la cerveza artesanal, y el hedonismo. Deja que la casa de los jipis y Hollywood se encarguen de incrementar la imagen sobria de Disney.

California Adventure es la tierra adulta de fantasía. Beber y conducir no se mezclan en el mundo real, pero en el Radiator Spring Racers (donde los coches avanzan sobre vías de metal) puedes operar tu vehículo de motor bajo la influencia de la mayor cantidad de bebidas que puedas reunir. ¿Pasear por la Buena Vista Street con una cerveza? No hay problema.

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He aquí mi guía Getting Soused in the Land of the Mouse. Así fue como mi amigo, JC, y yo exploramos el lugar más feliz del mundo… un sorbo a la vez.

Nuestro Tour de Tipples comenzó al filo del mediodía, la hora en que beber se considera respetable (lo digo como exbartender que trabajaba el turno de día en un bar de la ciudad de Nueva York). También es la hora en la que Disney comienza a servir las cosas fuertes. La cerveza, la bebida oficial de borracheras durante el día, es una apta amuse-bouche. Primera parada: Pacific Wharf Distribution Co., un camión de cerveza artesanal que sirve con orgullo la cerveza espumosa de Karl Strauss de San Diego. Elegí una Red Trolley Ale de los grifos rotatorios y me senté en el patio. Mientras levantaba mi tarro, me llamó la atención un padre cansado rodeado de una multitud de niños escandalosos. Brindamos en solidaridad espumosa mientras ahogaba las penas de sus crías ruidosas con una pinta.

La próxima bebida estaba muy cercana. Al otro lado del patio, Rita's Baja Blenders dispensaba margaritas heladas. De limón o fresa, las bebidas también están disponibles sin alcohol. Un dúo madre e hija, con sus orejas de Minnie, pidieron margaritas idénticas; supongo que nunca es demasiado pronto para comenzar las lecciones de cómo beber. El máximo de dos bebidas por persona significó que no podíamos enfiestar para siempre, aunque teníamos que controlarnos para cumplir con nuestro itinerario de embriaguez. Tomamos nuestras margaritas hacia la enorme fila de Tower of Terror, el agave es el antídoto a la frustrante espera en la fila.

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Después de gritar como locos en el mejor juego de DCA, teníamos sed. Paseamos por Paradise Bay, hogar de la buena y alegre montaña rusa del parque, California Screamin'. Cove Bar es el destino de coctelería, y me refiero a un Tom Cruise cursi de 1980, no a los cocteleros bigotudos de hoy en día. Aquí, las bebidas de colores son mejores que un Manhattan café aburrido. Hay un menú secreto que pregona la Mickey's Fun Wheel, una bomba de licor de color azul eléctrico con orejas redondas de limón.

Aunque las bebidas parecen muy ornamentadas, son bastante fuertes, como lo demostró la chica que se cayó de su taburete a nuestro costado. Para un trago multisensorial, planea tu visita a Cove Bar con World of Color, el espectáculo nocturno de agua, fuego y luces. Piensa en la unión entre las fuentes de Bellagio de Las Vegas y Pink Floyd Spectacular con un color brillante y feliz de Disney.

En cinco horas, Disney había alcanzado su máxima capacidad. Nos escapamos a la Alfresco Tasting Terrace, un balcón sobre la Wine Country Trattoria, para un descanso del bullicio. Los vinos aliterativos de las catas —Charismatic Chardonnays, Perfect Pinots— provienen de la Disney Family of Wines. Sí, Disney tiene sus grandes y blancas manos dentro de la enología. (La hija de Walt, Diane, posee Silverado Vineyards; Frank Family Vineyards es del antiguo presidente de Disney, Richard Frank; y GoGi Wines es del actor de Disney Kurt Russell.)

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En el país de la fantasía no hay código de vestimenta para ir a los bares de lujo.

Conforme se ponía el sol y nuestra borrachera aumentaba paseamos por el Carthay Circle Lounge. El punto más nuevo de DCA hace que los invitados se transporten a la edad de oro de los cócteles, la década de 1920. Bebe los clásicos: negronis y aviations agitados por bartenders con batas blancas. La nostalgia es la moneda principal en Disney. Nos hundimos en sillas de cuero de club y pedimos un martini Double Cross. En el espacio suntuoso, se me olvidó que estaba en un parque temático, hasta que una pareja pasó vestida con shorts, chanclas y cangureras. En el país de la fantasía no hay código de vestimenta para ir a los bares de lujo.

Para terminar nuestro indulgente día, abrimos un Cap-n-Crunch comestible. Las drogas son, por supuesto, otra manera para que los adultos experimenten la magia de Disney. Se rumora que Walt viajó a México en búsqueda de hongos, la supuesta inspiración para los hongos danzantes de Fantasía.

Mientras paseamos drogados por Hollywood Land, nos topamos con el evento más extraordinario: The Mad T Party. La fiesta de baile al aire libre era como un rave de principios de los noventa, incluyendo todo de color neón, djs, y bailarines de go-go con botas de piel. Inspirado por Tim Burton, este carnaval logró que incluso los asistentes sobrios se sintieran drogados.

El Drink Me Bar nos atrajo con sus libaciones iluminadas; tomé un Mad Hat-ito de mi gorrito de neón. Nos sumamos a la multitud en la pista de baile. A medida que los niños que nos rodeaban estaban hiperactivos por los aperitivos azucarados y la adrenalina post-juegos mecánicos, JC y yo estábamos drogados con THC y con el deleite de descubrir este rave surrealista y extraño. Juntos, todos bebimos el Kool-Aid de Disney. De forma diferente, pero juntos.