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En el Día contra el Genocidio, cinco crímenes para nunca olvidar…

El pasado 9 de diciembre se conmemoró El Día Contra el Genocidio. Recordamos naciones que cargan con millones de muertos y estrategias políticas expansionistas que han arrasado con poblaciones enteras.

Este artículo hace parte de ¡PACIFISTA! nuestra plataforma para la generación de paz.

La historia de la humanidad ha estado empapada de guerras atroces, llenas de odio, donde millones de personas han sido exterminadas. Las ansias de poder, las disputas por un territorio y la xenofobia han sido las causas de crímenes que han pretendido destruir, total o parcialmente, a un grupo de personas unidas por la religión, la nacionalidad, la etnia o, incluso, las ideologías políticas.

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El 9 de diciembre fue establecido como el Día Internacional para Conmemoración y Dignificación de las víctimas del Crimen de Genocidio, por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015; con el objetivo de conmemorar la muerte de las víctimas de estas inhumanas acciones y reiterar la responsabilidad de cada Estado de proteger a su población del genocidio.

En la conmemoración de este día, les presentamos los cinco genocidios más terribles que han marcado la historia para siempre; naciones que cargan con millones de muertos y estrategias políticas expansionistas que han arrasado con poblaciones enteras. ¿Qué tan intranscendente ha sido el respeto por la vida en medio de la guerra?

El genocidio de 800 mil personas en Ruanda

En 1994 se desató una ola de violencia en Ruanda, cuando el presidente Juvenal Habyarimana fue alcanzado por un misil de la oposición en pleno vuelo. Durante cinco meses fueron asesinados entre 800 mil y un millón de integrantes de la tribu tutsi, y parte de la población hutu; además, el enfrentamiento tribal dejó cerca de dos millones de refugiados. Aunque las poblaciones africanas no eran tan diferentes, ni étnica ni lingüísticamente, el conflicto se dio por un odio enraizado desde tiempos históricos.

Los hutus tenían muchas formas de acabar con los tutsis, los torturaban psicológica y físicamente hasta morir. Obligaban a las mujeres a tener relaciones sexuales con hombres con sida, amputaban las piernas y brazos a machetazos, violaban a las mujeres de forma masiva, quemaban a cientos de personas en recintos cerrados y ejecutaban a menores de edad.

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El holocausto de 6 millones de judíos en la Segunda Guerra Mundial

Durante 1942 y 1944, los nazis persiguieron y ejecutaron a cerca de 6 millones de judíos. El Gobierno alemán nazi, comandado por Adolph Hitler, justificaba sus actos en la idea de que los judíos pertenecían a una raza inferior; igual que los gitanos, los discapacitados y los homosexuales, entre otros. En la guerra los nazis aislaron a estas poblaciones en cerca de 400 ghettos, campos de detención temporal y campos de trabajos forzados, ubicados en varios países europeos.

Tres años antes de que finalizara la Segunda Guerra Mundial, los nazis deportaron a millones de judíos a los campos de exterminio; el más famoso entre ellos fue Auschwitz, donde fueron exterminados más de 3 millones de judíos en cámaras de gases. Este ha sido el genocidio más grande en la historia por motivos étnicos y devastó gran parte de la población judía de Europa.

La matanza de más de 8 mil bosnios y serbios en Srebrenica

Con la caída de la Unión Soviética, la antigua Yugoslavia fue escenario de drásticos cambios socio-políticos; el país comenzó a separarse en repúblicas y así se generaron tensiones étnicas y desplazamientos forzados. Durante el conflicto, el peor de los crímenes ocurridos fue el asesinato de más ocho mil bosnios musulmanes y serbios de Srebrenica, cuando el general Ratko Mladic estaba al mando del Ejército de la República Srpska. El objetivo de este genocidio era hacer una "limpieza étnica" en la zona.

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Mladic y su séquito entraron a Srebrenica, pequeña ciudad a 10 kilómetros de la frontera con Serbia, y propagaron el terror; violaron a las mujeres, incendiaron la ciudad y ejecutaron a los hombres en público. Después de la masacre, la ciudad quedó totalmente abandonada y ahora, 21 años después de lo sucedido, solo el 30% de la población se ha decidido a volver.

El extermino de más de 5 mil militantes de la Unión Patriótica

En 1984 nació el partido político de la Unión Patriótica como resultado de los acuerdos de paz del presidente Belisario Betancur y las Farc. Aunque este movimiento político se consideraba una salida hacia la paz y una oportunidad para que la guerrilla se desmovilizara, todo terminó en un extermino de los militantes del partido, cientos de exilios y amenazas, y muchos años de violencia en el país.

En las dos décadas que duró la UP, más de 4.000 militantes del movimiento fueron asesinados; entre ellos dos candidatos presidenciales, ocho congresistas, trece diputados, setenta concejales, once alcaldes y miles de militantes. El exterminio lo llevaron a cabo grupos paramilitares, miembros de la Fuerza Pública y narcotraficantes.

El genocidio de más de 70 mil kurdos que todavía continua

Entre 1986 y 1989, durante el régimen de Saddam Husseim, las violaciones a los Derechos Humanos y los asesinatos étnicos y políticos fueron incontables. La operación al-Anfal, que se llevó a cabo durante la época, estuvo dirigida a eliminar al pueblo kurdo, una de las naciones más grandes del mundo sin patria reconocida. Las formas de atacar del ejército de Husseim eran una insignia de terror, utilizaban armas químicas para atacar las aldeas kurdas y secuestraban, torturaban y asesinaban a las personas que se negaban a "cambiar".

En 1988, en un solo ataque con gas mostaza a la villa kurda de Halabja, cinco mil personas murieron y entre ellas la mayoría eran niños y mujeres. Muchos de estos ataques afectaron a los kurdos durante tres años, tanto que las reseñas oficiales dicen que más de 70 mil personas murieron de las maneras más atroces. Sin embargo, actualmente los rastros del conflicto y la segregación siguen presentes pues los kurdos que viven en Irán, Turquía e Irak son hostigados y muchas veces masacrados por mismos motivos raciales y políticos.