Los artistas de Madrid Capital Animal denuncian los toros, la caza y el “holocausto de los mataderos”

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Los artistas de Madrid Capital Animal denuncian los toros, la caza y el “holocausto de los mataderos”

"Mientras ellos celebran la muerte, nosotros celebraremos la vida".

Elena Fernández de Prada

"Mientras ellos celebran la muerte, nosotros celebraremos la vida". Así presentan sus creadores Capital Animal, una plataforma que se hará real con la celebración -del 12 de mayo al 12 de junio- de una gran exposición en La Casa Encendida y de un congreso de pensamiento y acción animalista. Vida y muerte en el mes de mayo, el mes de la feria de toros en Madrid, mientras en otro punto de la ciudad se celebrará y se luchará por los derechos de los animales.

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Además de esta exposición habrá otras muestras en distintas sedes -Reina Sofía, Calcografía Nacional o Lázaro Galdeano- y actividades en las que participarán El Niño de Elche o el premio Nobel J.M. Coetzee. Esta fusión de arte y animalismo nos parece una gran iniciativa y por eso decidimos hablar con el crítico y comisario Rafa Doctor, que la ha impulsado junto a Concha López y Ruth Toledano.

Ilustración por Paco Catalán

Vice: Hola, Rafa, ¿qué es esto de Capital Animal?

Rafa Doctor: Surge de un proyecto que iba a realizar en La Casa Encendida, que lo voy a realizar. Una exposición sobre artistas a los que les importan los animales ha dado paso a otras y a crear una plataforma donde sostener esta lucha por los derechos de los animales. Todo el tiempo que podamos. Es una lucha que tiene que durar generaciones, ha empezado en otros sitios, en otros ámbitos, pero en el mundo de la cultura y el arte no está organizada. Hemos decidido dar el paso. Luego también influye el encuentro personal que tengo con las personas que llevan El caballo de Nietzsche, el blog animalista por antonomasia, Ruth Toledano y Concha López. Nos ponemos a soñar y después de un año trabajando aquí estamos.

¿Qué os impulso?

Probablemente el detonante fue la muerte de Excálibur durante todo lo del Ébola. Entonces nos pusimos los tres manos a la obra.

Ilustración por Paco Catalán

Al final ha sido algo real.

Y hemos presentado lo que vamos a hacer, nos sentimos muy arropados, compartiendo la lucha con otra gente.

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¿Qué puede aportar el arte a la lucha por los derechos de los animales?

El valor simbólico del arte, su poder de abstracción, permite que la lucha se entienda de un modo más profundo. El arte es una fuerza espiritual y desde ahí las cosas se comprenden mejor. Desde el arte se han avanzado siempre las nuevas propuestas para cambiar el mundo, y en esta causa es necesario cambiar cosas. Hay muchos artistas que lo hacen de manera individual, nosotros hemos querido unirnos en una batalla, no hacerlo cada uno por su cuenta.

Antropocosmos y Acto III, el juicio parcial, de Santiago Talavera

Igual que llevas luchando tú desde hace tiempo desde tu trinchera, por ejemplo, desde las redes sociales.

Desde hace ocho años soy vegetariano, por una cuestión animalista. Y desde hace dos años, decidí ser vegano. Entonces empiezo a darme cuenta de la dimensión en la que habito y ese sacrificio, entre comillas, se convierte en un arma que me abre la mente. Tomas posición y no hay marcha atrás, es de por vida y algo muy fuerte. Eso me ha ocurrido a mí, y le ocurre cada día a miles de personas. Porque esto suma y suma. Y lo que busca es una justicia mayor para los de la especie animal humana, para nosotros, pero, sobre todo, para los animales no humanos.

¿Cómo ves, desde tu activismo, la defensa de los derechos de los animales en España?

Aquí tenemos la problemática de los toros, que es como un cáncer que arrastramos por culpa de una oligarquía aun poderosísima. De los intereses económicos de una clase culturalmente nefasta que se apropia de algo que dicen que es arte, cuando es una atrocidad contra la naturaleza y el sentido común. Por culpa de esta gente, tenemos que una batalla específica que forma parte de una España casposa, que convierte los toros en una seña de identidad cuando en realidad los aborrece el 80% de la gente. Pero los derechos de los animales no se quedan en los toros, están también en el consumo masivo de carne, el holocausto de cada día de los mataderos, en la bestialidad e incultura de la caza y la gente que se beneficia de esta práctica. Nadie puede justificar que el sufrimiento o muerte de otro ser pueda ser parte de un espectáculo o de un pasatiempo. Nosotros no decimos que tengamos la razón, pero llevamos 1.000 razones y ninguna puede avalar esto, sabiendo que cualquier ser tiene derecho a la vida y una dignidad que no se le puede arrebatar.

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Elena Fernández de Prada

¿Terminarán algún día los toros?

Esa fiesta asquerosa va a terminar pronto, porque se cae por sí sola. Estamos desmontándola desde varios frentes. El primero, desde el económico. Viven de los más de 650 millones que reciben al año en subvenciones de las administraciones locales, regionales, nacionales y de Europa, que es más de lo que recibe todo el arte junto. Instituciones que sostienen a unos cazurros que promueven una vergüenza para un país que no queremos reconocer como nuestro. También acabará porque la gente se harta. El 85% de los jóvenes se avergüenza de que los toros estén relacionados con la imagen de su país. Y es que no tiene ningún sentido, los estudios y la ciencia están en contra de lo que estos señores defienden. Y, por supuesto, no es arte, es un simple negocio. Distinto es que otras personas hayan hecho obras de arte mirándolo. Es como si yo fotografío una guerra, no implica que sea arte. Si los toros son arte, también lo es la ablación, que tiene un ritual, una historia, parafernalia… Lo mismo se puede sostener esta brutalidad.

Habéis programado una exposición, precisamente, sobre las obras taurinas de Goya.

Se inaugura el 26 de abril una gran exposición que conmemora los 200 años de la Tauromaquia de Goya con una visión distinta. Veinte artistas van a reinterpretar las obras, desmontando el mito y la apropiación indebida que han hecho los defensores de los toros, diciendo que Goya era taurino. Todos los estudios lo desmienten, y viendo los últimos grabados, los de Burdeos, se ve claramente el espanto y el horror que sentía al ver los toros. Un sentimiento parecido al que tenía cuando retrataba la guerra. Esa parte la han querido ocultar. Otra cosa son artistas como Picasso, que no estaban comprometidos con su mundo, que era endiosado, misógino y que solo estaba pendiente de sí mismo.

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Fotografía por Ruth Montiel Arias

El arte tiene que estar ligado a su tiempo, a los problemas… ¿es su obligación?

Si no, se convierte en algo decorativo. La esencia que tiene que buscar el arte es rupturista. El arte no puede serlo si no aporta algo al mundo, si no se compromete.

Muchas gracias, Rafa.

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