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VICE World News

Venezuela deporta a 1.000 colombianos más y la crisis fronteriza se agrava

Al menos otros 1.000 colombianos han sido deportados de suelo venezolano durante la última semana, y otros muchos han huido, mientras la crisis diplomática y política entre ambos países no deja de escalar.
Imagen por David González

Cientos de colombianos que residían en Venezuela han sido deportado o han huido durante la última semana, mientras la crisis política entre los dos países aumenta.

Muchos colombianos que vivían asentados en la región venezolana de la frontera entre ambos países desde hace más de una década están siendo desplazados de sus hogares por las guerrillas y la violencia del narcotráfico. Ahora, sin embargo, las autoridades venezolanas alegan que la población expulsada se dedicaba al contrabando y que estaba amenazando a la economía del país. Según la administración venezolana los colombianos se estaban aprovisionando de productos fuertemente subvencionados por el gobierno, mercancías que habrían revendido a precios muchos más altos en la frontera colombiana, para hacer negocio.

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El presidente venezolano, Nicolás Maduro ya había acusado en repetidas ocasiones a los colonos fronterizos de ser los causantes de los recortes extremos que azotan a su país. Según Maduro la escasez de productos básicos como el papel higiénico, los tampones y los condones son culpa del contrabando colombiano.

Así que, en consecuencia, las llamadas operaciones de "anti-contrabando" han sido desplegadas en la maltrecha frontera norteña que separa a ambos países a lo largo del año pasado. Sin embargo, las deportaciones son una medida nueva. El gobierno de Carcas alega que el pasado 19 de agosto tres soldados fueron heridos por disparos de bala. Telesur, el grupo mediático de propiedad estatal, acusó a los grupos paramilitares colombianos del ataque.

Violaciones de derechos humanos en la deportación de colombianos desde Venezuela. Leer más aquí.

A finales del 21 de agosto Maduró declaró el estado de emergencia en el estado fronterizo del norte de Tachira, uno de los puntos estratégicos del tránsito entre ambos países. Desde entonces el acceso a la frontera ha sido cerrado y 3.000 soldados venezolanos han sido destinados en la zona. Su misión no es otra que rastrear la presencia de ciudadanos colombianos en las villas que recorren las nueva municipalidades que integran Tachira. El pasado lunes las autoridades empezaron un censo de las aldeas que atraviesan la frontera.

"El paramilitarismo ha afectado muchísimo a nuestro departamento; pero tener como paramilitares a un barrio de invasión, a niños y viejos, es absurdo", declaró a VICE News Cristóbal Acosta, defensor de los derechos humanos en la municipalidad colombiana de Cucuta.

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El conflicto ha escalado en la última semana y tanto el gobierno colombiano como el venezolano han recurrido a consultar a sus respectivos embajadores. Sus respectivas misiones diplomáticas siguen su curso. Al mismo tiempo, la organización de Estados Americanos (OAS) sostuvo una reunión extraordinaria el pasado lunes y rechazó la propuesta de Colombia de celebrar una cumbre de ministros exteriores para intentar resolver el conflicto.

Una mujer muestra un permiso de residencia venezolana mientras busca refugio en Colombia. (Todas las fotos de David González)

Desde que fuera declarado el estado de emergencia 1.100 ciudadanos colombianos han sido deportados. Así lo atestigua la oficina de Naciones Unidas para la coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Más de 200 de ellos son niños y adolescentes, según informa la agencia.

Otras 10.000 personas habrían huido voluntariamente de Venezuela, según apuntan las estimaciones que la OCHA compartió con VICE News el pasado lunes. Sin embargo, la abundancia de pasos fronterizos y la inexistencia de controles significa que la cifra puede ser mucho mayor.

"Los registros históricos que tenemos son de 2000 deportaciones al año", expresó Mauricio Redondo, defensor del pueblo en Colombia. Redondo añadió que en esta ocasión ha habido una auténtica "avalancha" de gente cruzando la frontera.

Centenares de personas cruzan a diario el río Tachira rumbo a su nativa Colombia, cargando con sus enseres.

"Gritaban por las calles que todos los colombianos tenían que irse", explica a VICE News Dinaes Morales, un colombiano de 35 años que huyó de Tachira junto a su familia la semana pasada. Morales asegura que hace una semana los soldados venezolanos fueron a su casa, revisaron sus documentos de identidad y pintaron una enrome letra "D" de color azul en su casa — para anunciar que él y su familia iban a ser deportados.

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Según Omar Chacón, alcalde de la localidad colombiana fronteriza de Villa del Rosario, cada vez llega más gente de regiones alejadas de la frontera, e incluso de la capital del país, Caracas. "Hemos documentado maltrato, humillación, golpes. Les quitaron los documentos colombianos y se los rompieron", declaró a VICE News.

A 51-year-old man apparently beaten by the Venezuelan army after he tried to cross the river back for the rest of his belongings.

Niños separados de sus familias, gente mayor minusválida y una mujer que aportaba el único sueldo en su familia, son solo algunos de los muchos desplazados, tal y como explica Francesca Fontanini, Representante de Información Pública de la Oficina de Naciones Unidas para los Refugiados [Acnur].

Al menos cinco centros de acogida han sido desplegados en las municipalidades colombianas de Cucuta y Villa del Rosario y están ahora llenos de gente que huye de Venezuela. Morales y su familia encontraron refugio en uno de los asentamientos de Villa del Rosario.

"Ya todo ha terminado", dijo Morales en alusión a su vida en Colombia. "Tenía un rancho construido… Todo quedó allá".

El mercurio amenaza la existencia de pueblos indígenas de la amazonía colombiana. Leer más aquí.