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Vale la pena realizar una inmersión profunda en YouTube y observar los comerciales de los años 60 en blanco y negro de Henson sobre café instantáneo y galletas de queso, donde se pueden apreciar las primeras encarnaciones de marionetas que luego se convertirían en íconos: un prototipo de dientes puntiagudos del Monstruo Come-galletas, por ejemplo, en realidad estaba más interesado en devorar los bocadillos salados. Los anuncios de Henson son locos y raros, y a veces dan un poco de miedo, además de que hacen alusión a temas que fueron explorados en sus películas de fantasía de gran presupuesto de los años 80, como Dentro del laberinto.
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En 1982, Henson codirigió la icónica película de fantasía Cristal oscuro con su compañero titiritero Frank Oz, conocido por el papel de Yoda en La guerra de las galaxias. Con sus mundos alienígenas, bestias extrañas y muñecos animados complejos (algunos de los más avanzados que hayan sido producidos para un largometraje), es el tipo de película que sólo se pudo haber hecho en los años 80. Fue una desviación importante de los trabajos anteriores de Henson, pero si se hubiera salido con la suya, habría sido aún más oscuro y espeluznante.Inspirado por los cuentos de hadas originales de los hermanos Grimm, concibió Cristal oscuro como una película mucho más surrealista, con más violencia, una trama más flexible, menos narración y villanos más temibles. Piensen en Terry Gilliam, pero con más animatronics. Para mejor o peor, Henson fue obligado a reeditar la película después de que el público expresara su disgusto por las excentricidades del filme. Incluso entonces, el estudio lo consideró demasiado experimental y Henson se vio obligado a pagar 274 millones de pesos (15 millones de dólares) de su propio dinero para comprar la película y exhibirla él mismo.
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