Un artista encierra el infinito en un salón

Imagen: Refik Anadol vía

Representar el infinito es, por su propia naturaleza, algo problemático. Pero eso no le ha impedido aparecer una y otra vez en el arte. El artista turco residente en Los Ángeles Refik Anadol aborda el concepto en su última instalación, un salón envolvente que emite patrones generativos proyectados sobre sus cuatro paredes. La obra se titula Infinity Room, forma parte de lo que Anadol llama sus Experimentos ambientales inmersivos temporales y se encuentra expuesta en el Centro de Artes Escénicas de Zorlu en Estambul.

Los trabajos audiovisuales transforman el espacio en un ambiente simulado, abstracto y alucinante. Esto se consigue gracias a la "utilización del estado llamado inmersión", escribe Anadol en su página web, "que es el estado en el que la consciencia del yo físico se transforma al estar rodeado de un ambiente absorbente, a menudo artificial, creando una percepción de la presencia en un mundo no físico".

Para esta instalación, ese mundo no físico se genera hasta el infinito a través de algoritmos utilizando luz, sonido y proyección. El resultado es una sala que te da la impresión de haber entrado en una especie de portal del ultramundo o una puerta cósmica, a medida que los remolinos, curvas y formas lineales hacen que las paredes se derritan. Pero Anadol explica que la idea no es puramente escapismo, sino que es una oportunidad de purificar esas puertas de la percepción, una especie de experiencia psicotrópica pero sin drogas.

''En este proyecto la 'infinidad' se elige como un concepto", explica Anadol, "un esfuerzo radical de desmontar el marco de este espacio ilusorio y traspasar los límites normales de la experiencia visual, para transformar la pantalla plana de proyección de cine convencional en un espacio de visualización tridimensional arquitectónico y cinético utilizando algoritmos contemporáneos".

Imágenes: Refik Anadol via

Aquí encontrarás más información sobre Infinity Room de Refik Anadol.