Todas las fotos por Rob Blakers y Greenpeace.El 13 de enero, una serie de tormentas secas pasaron por Tasmania e incendiaron el noroeste del estado con sus rayos. Estos fuegos salpicados ardieron a lo largo de 73 mil hectáreas de vegetación alpina y selva templada. La recuperación de este lugar va a ser lenta y es probable que no sea total.Gran parte del área que es patrimonio mundial de Tasmania es demasiado húmeda y de gran altitud como para quemarse, lo cual permite que varias especies de plantas evolucionen sin fuego. Aunque estas condiciones han ayudado a crear bosques distintivos, también vuelto al lugar muy vulnerable al cambio climático.
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En las semanas pasadas se culpó al cambio climático por la condición actual del área de Patrimonio Mundial. Claro, el cambio climático es el tipo de amenaza a la que no se le pude adjudicar toda la culpa. Sin embargo, las primaveras y los veranos son cada vez más calurosos y hacen que se seque la composta y los bosques. Eso, aunado al aumento de tormentas, que son una fuente de ignición, hace que el cambio climático sea el principal sospechoso.Los bosques de Tasmania son muy valiosos ya que evolucionaron de forma aislada, sin verse afectados por los asentamiento hasta hace muy poco. Los 1,6 millones de hectáreas del área de patrimonio mundial contienen algunas de las cuevas más profundas en el país y algunas de las plantas más antiguas y más altas del planeta. También hay cientos de sitios arqueológicos que contienen evidencia de cómo vivían los indígenas durante la última glaciación.Para los científicos y conservacionistas, estas fotos representan un viaje hacia un futuro extremadamente triste.
