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Drogas

Los libros infantiles son la nueva frontera para normalizar la hierba

El autor de Hairy Pothead y Green Buds and Hash explica por qué los libros infantiles son la manera perfecta para hacer más accesibles los temas relacionados con la planta.
Todas las fotos cortesía de Dana Larsen.

Cuando el activista de la mariguana Dana Larsen empezó a escribir sus propias historias de ficción sobre temas relacionados con la mota, pensó que les resultaría divertido a otros usuarios de cannabis. Pero después de años de vender miles de copias de sus parodias sobre libros infantiles como Green Buds and Hash y Hairy Pothead and the Marijuana Stone, Larsen se dio cuenta de que podían convertirse en algo más: una herramienta en su campaña para la legalización.

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Canadá, donde vive Larsen, probablemente no está muy lejos de una política de legalización a nivel nacional. La posesión y venta de hierba sigue siendo ilegal en todo el país, pero esta primavera, el gobierno canadiense propondrá nuevas leyes que podrían convertirlo en uno de los primeros países en legalizar la mariguana. Los activistas esperan que este cambio en la regulación llegue a Estados Unidos —y eventualmente al resto del mundo— lo que significaría una gran victoria contra la guerra anti-narcóticos.

Allí es donde Larsen cree que sus libros cumplen un propósito. Y no es el único: una colección emergente de libros —desde It's Just a Plant hasta If a Peacock Finds a Pot Leaf— está buscando hacer que la mariguana sea parte de la literatura infantil. Hablamos con Larsen sobre cómo cree que sus parodias de libros infantiles pueden abrir nuevos diálogos sobre el cannabis y pueden ayudar a marcar el comienzo de una nueva era para una mariguana legalizada y normalizada.

Esta entrevista ha sido editada por su longitud y claridad.

VICE: Entonces, ¿cómo empezó todo esto?
Dana Larsen: Bueno, escribí el libro Hairy Pothead hace algunos años. Salió en 2008 y ha sido reeditado un par de veces desde entonces. Le leí los libros de Harry Potter a mi hija y pensé que eran bastante buenos. Cuando los estaba leyendo, pude ver este mundo paralelo en el que todo estaba relacionado con el cannabis. Me puse a escribir todo y a la gente le gustó. Tengo una secuela del libro, pero me está tomando tiempo. Espero sacar Hairy Pothead and the 420 Code el próximo año en algún momento. Escribí el poema Green Buds and Hash hace ya bastantes años y acabo de publicarlo en línea. Empezó a cobrar bastante impulso y pensé, Bueno, esto debería ser un libro.

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¿Estos libros son infantiles?
Realmente no los escribí para niños. Los escribo porque me divierten y los disfruto. Lo que realmente me llamó la atención —especialmente con el libro de Green Buds and Hash— fue cuántos padres se lo leen a sus hijos, y la mayoría de las veces es porque el padre o el niño usan mariguana medicinal. Es una manera de tener un diálogo sin prejuicios con su hijo. Conozco muchos niños con epilepsia que usan cannabis medicinal o que sus padres lo hacen, y algunos niños me han enviado dibujos de personajes del libro que dicen "La medicina de mi papá" o algo así. Eso no es lo que esperaba cuando escribí el libro. Realmente no escribo esto para los niños, pero no veo ningún daño en que cualquier persona de cualquier edad lea una historia o piense en estas ideas. No creo que un niño de ocho años vaya a leer este libro y empiece a fumar un porro ni nada parecido.

¿Esperas que tu mercado esté más dirigido hacia los niños en el futuro?
Muchos padres me han dicho que le leen mis libros a sus hijos, o que los compran para que sus hijos los lean. Pero por lo general esos niños son adolescentes o más grandes, y no niños pequeños. Si hubiera escrito Green Buds and Hash para niños, no habría incluido líneas como, "¿Sufre de esclerosis, epilepsia o neurosis?" Dudo que muchos preadolescentes sepan lo que significan esas palabras. Sin embargo, a veces se lo leen a algunos niños pequeños y me complace saber que algunos padres están usando mis libros —y especialmente ese— como una manera de hablar con sus hijos y enseñarles sobre la forma medicinal del consumo de mariguana. Especialmente cuando el padre o el niño son usuarios del cannabis medicinal ellos mismos.

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No creo que leer Hairy Pothead haga que alguien empiece a fumar mariguana más de lo que leer Harry Potter haga que alguien empiece a practicar magia. En este momento tengo cuatro libros y puedo ver una progresión de edad en ellos. Green Buds and Hash es para el lector más joven; Pie Eyed Piper es para niños de primaria. Hairy Pothead and the Marijuana Stone es para adolescentes y el libro de historia Cannabis in Canada es para adultos jóvenes en adelante.

Si los niños están leyendo estos libros, ¿cómo ayuda a normalizar la hierba?
Gran parte de la información que obtenemos sobre el cannabis es la propaganda gubernamental y corporativa en su contra. Los principales medios de comunicación demonizan y se burlan regularmente de los usuarios de cannabis. Incluso los medios a favor de la mariguana con frecuencia muestran a los consumidores como aletargados, perezosos e ignorantes. En mis historias, los consumidores de cannabis suelen ser un poco más inteligentes que quienes no lo consumen, como si fueran parte de un grupo secreto que tiene conocimiento y sabiduría adicionales. Mis historias retratan el cannabis como una sustancia mágica con muchos usos y poderes transformadores, lo cual creo que es una evaluación válida. Aunque las historias son fantásticas, la información sobre el cannabis es precisa y las historias pueden ser educativas.

El primer libro de Hairy Pothead es de 242 páginas, que es casi la misma extensión que el original. ¿Cuánto tiempo te llevó a hacerlo?
Me llevó un año escribirlo. La secuela me ha tomado algún tiempo porque debe ser del doble de páginas. También estoy trabajando en una nueva serie que saldrá el próximo año llamada The Hash-tastic Voyages of Sinbad the Strain Hunter. El protagonista va en busca de plantas gigantes de cannabis que tienen cientos de metros de altura o de plantas pequeñas y microscópicas, y de otras aventuras locas que son de cierta forma paralelas a todas esas historias de Las mil y una noches. También tengo Jack and the Hemp Stalk y Little Green Riding Hood. Espero sacar algunas de esas historias el próximo año.

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¿Fumas mota cada vez que te sientas a escribir?
Sí. Fumo mariguana todo el día, todos los días. Soy un usuario de cannabis muy crónico y así me he mantenido durante los últimos 20 años más o menos. Administro unos dispensarios en Vancouver y hago mucho activismo político, así que escribir no es realmente mi enfoque principal. Dirigí una gran campaña para un referéndum en 2013 para recolectar firmas con el objetivo de conseguir votos a favor. No alcanzamos el número requerido de firmas porque es brutalmente difícil en Columbia Británica en comparación con cualquier estado de Estados Unidos. Trabajo con el Nuevo Partido Democrático; hago muchas cosas relacionadas con la política y soy parte importante del movimiento de dispensarios aquí en Canadá.

¿Cuáles son tus objetivos para la legalización y cómo crees que resulten?
Creo que la legalización del cannabis va a ser el primer paso para un cambio más grande que ponga fin a la guerra mundial contra las drogas. Creo que va a llevar muchos años para que todo esto se desarrolle, pero en mi opinión, la guerra contra las drogas es realmente una guerra contra las mejores plantas medicinales y culturalmente relevantes del mundo: el opio, la amapola, los hongos, el peyote, las flores del cannabis, etc. Son sustancias muy seguras y benéficas en sus formas naturales y realmente es la prohibición la que las vuelve peligrosas. Mi trabajo se ha centrado en el cannabis, porque aunque los usuarios de otras drogas podrían padecer más la situación de alguna manera, la mayor parte del patrullaje, de las acciones policiacas, y del dinero en la guerra contra las drogas va en contra de los usuarios de cannabis porque somos más. Creo que esto aparece mucho en mi ficción; muchos de mis cuentos de hadas terminan de una forma transformadora donde todo cambia porque la metáfora de la prohibición en la historia se elimina de alguna manera.

Es realmente un testimonio de que Canadá [puede ser] el primer país importante [en legalizar la mariguana a nivel nacional]. La gente mirará a Canadá y verá lo que hacemos aquí y sin duda tendrá una influencia en todo el mundo para los otros modelos que aparezcan. Esperamos que Canadá sea un ejemplo y vamos a seguir presionando. Una vez que comience a suceder, va a ocurrir en todas partes.

¿Crees que las herramientas educativas como tus libros ayuden a transformar la perspectiva general sobre la hierba con el tiempo?
Sí. Estas cosas pueden ser peligrosas y arriesgadas, pero también pueden ser maravillosas y positivas. Creo que algo con lo que puede compararse, en cierto modo, es con el sexo. Quieres ser honesto con tus hijos sobre el sexo y quiere que entiendan cómo funciona. Tenemos clases de educación sexual en la escuela. Puedes decirle a tus hijos que la abstinencia es mejor y que prefieres que la practiquen, pero si vas a tener sexo, es mejor que ocurra en una relación amorosa y es mejor si usan condones o anticonceptivos. No veo ninguna dicotomía o contradicción entre esas cosas; entre promover la abstinencia y también decir "Si vas a hacerlo, esta es una manera de no matarte y estar más seguro". Con el cannabis y el consumo de drogas, ese mensaje puede estar ahí también. Es posible que no quieras que tu hijo consuma nada, pero si va a usar algo, el cannabis es mucho más seguro que otras sustancias.

Espero que mis libros e historias ayuden a normalizar el cannabis, porque es algo normal. Especialmente en el libro de Hairy Pothead, mientras Hairy se encuentra en la Hempwards School of Herbcraft and Weedery, aprendes junto con él. Aprendes mucho sobre el cáñamo, el cannabis y los extractos, y todas las clases diferentes. En mis libros meto mucha enseñanza e información. Si la gente aprende un poco mientras se ríe y disfruta de mis historias, es exactamente lo que quiero.

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