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Los adorados

Los puentes de Rambo están desapareciendo

El lugar donde ocurre la escena en la que Rambo, armado con su arco, lanza una flecha explosiva a unos vehículos "vietnamitas", en el estado de Guerrero, fue destruido por la tormenta 'Manuel'.

Ilustración por Julio Derbez.

Entre las zonas afectadas por la tormenta Manuel, en el estado de Guerrero, está la cuenca del río Omitlán, el cual fluye de noreste a sur en el municipio de Juan R. Escudero. Antes de que el cauce salga del municipio, se une al afluente del río Papagayo y juntos (en un paisaje digno de Deviantart), pasan por la presa de La Venta y luego desembocan en Acapulco en un descomunal desfile de agua Pero con Manuel todo cambió: Omitlán quedó sepultado bajo arena y agua; sólo la cruz de su iglesia asoma los escombros. Con una creciente nunca antes vista, los ríos derribaron sus puentes homónimos y cuatro compuertas de La Venta, la cual quedó inservible. A la postre, ocasionaron inundaciones graves en la zona Diamante de Acapulco. De eso se enteró todo el mundo.

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Pero kilómetros antes del puerto queda Omitlán, donde el agua escarbó y no dejó casi nada de aquel pueblo famoso por su flor de jamaica, su afición el básquetbol y sus quesos de cincho. Manuel también destruyó uno de los orgullos municipales: los escenarios de la película Rambo II. El puente de Omitlán fue construido en la década de los setenta por la compañía Carrera, tenía una longitud de 150 metros y permitía el paso de la carretera Tierra Colorada-Ayutla de los Libres.

Es aquí donde ocurre la escena en la que Rambo, armado con su arco, lanza una flecha explosiva a unos vehículos "vietnamitas".

El cauce del río Omitlán fue aprovechado para levantar un escenario vietnamita. Chozas, cárcel, base militar y un gigantesco buda (que luego fue obsequiado a un alto mando militar, según la leyenda popular) fueron fabricados en este municipio guerrerense.

Debido a que se trataba de una película de Sylvester Stallone, cientos de personas llegaron de comunidades aledañas a observar de lejos las locaciones. No pocos iban con la esperanza de un autógrafo del actor. Pero Stallone, hospedado en Acapulco, sólo asistió por breves lapsos (casi todas las escenas de acción las hacían sus dobles) y llegaba al lugar en helicóptero, sin escuchar los aplausos de los emocionados espectadores.

Con el paso del tiempo, el puente y todo el cauce del Omitlán, se convirtieron en orgullo municipal. Cualquier visitante era impresionado con la historia de las locaciones de Rambo II (1985). Incluso, en la orilla sur del puente se abrió un restaurán donde ofrecían tepechacales en caldo y chichalacas en adobo, con vista al exuberante paisaje. No pocos niños disfrutamos de chapuzones el río y soñábamos con ser John Rambo. Lanzábamos flechas al puente e imaginábamos cómo volaban los jeeps en mil pedazos.

No obstante, parece que los puentes de Rambo quedan malditos. En agosto de 2011, se inhabilitó el puente Kawkawa, en Hope, Canadá, el cual aparece en las primeras escenas de Rambo (1982), porque no cumplía con las normas ambientales. Ahora tocó el turno al de Omitlán, el cual quedará en la memoria de los habitantes de la región, en las miles de copias de la película y también en el videojuego de la saga, Rambo: The Video Game.