En México existe una gran herencia cultural en torno al uso tradicional de distintas plantas y sustancias con propiedades psicoactivas y con la cual los distintos pueblos locales han interactuado desde hace varios siglos, o milenios en algunos casos.Con este artículo haremos un breve recorrido geográfico y etnobotánico por algunas de las plantas, animales y sustancias más interesantes (en términos puramente psicoactivos) que conviven en nuestro país y que en muchos casos pasan inadvertidas debido a la atención desproporcionada que se le ha dado a las más populares y que han terminado en las listas de fiscalización (o sea, ilegales).
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Floripondio (Brugmansia arbórea/Brugmansia cándida)
Peyote (Lophophora williamsii)
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Recuerda que la mescalina (y por ende el Peyote, aunque sea un poco raro) se encuentra en la lista de fiscalización de sustancias psicoactivas de Naciones Unidas a las que México se adhiere a través de los convenios internacionales y que expande en el código general de salud y el código penal interno, lo que significa que la portación, distribución o uso fuera de los contextos tradicionales y religiosos es ilegal.Debido a la gran explotación de la población de peyote endémico, es de vital importancia recordar que para cosecharlo sin afectar su reproducción y sustentabilidad hay que cortar de manera horizontal, solo la cabeza, a nivel de piso, sin sacar nunca la raíz y utilizando algo que no sea metal —un hilo, cuchillo de plástico o madera—, siempre cubriendo el corte con tierra para permitir que vuelva a brotar la cabeza del peyote sin afectar su cuerpo (la raíz).Cuando la cosecha se hace de manera adecuada, incluso se acelera el ritmo de crecimiento y reproducción de toda la población. De cortar una sola cabeza pueden brotar dos o más si se le permite crecer en condiciones apropiadas. Dentro de las tradiciones indígenas y religiosas, el peregrinaje y la recolección de los botones que se van a ingerir como sacramento durante los rituales comunitarios sostiene el conocimiento y los mitos de creación que se han transferido por generaciones. Estos se cimientan en la experiencia compartida de la “empeyotada” y el contacto con “el ojo de dios” y sus múltiples expresiones.
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Es importante mencionar que hay otras especies de cactus que se parecen mucho y crecen en los mismos ecosistemas que el peyote, como los del género Ariocarpus, A. fissuratos/A. radices/A. retusus, que también se les conoce como Peyote Cimarrón, Peyote Brujo y Falso Peyote. La principal diferencia es que los “gajos” son triangulares y crecen de manera radial, del centro hacia afuera. Estos contienen distintos alcaloides y compuestos psicoactivos diferentes a la mescalina. No utilices cactus o plantas de origen desconocido que no puedas identificar apropiadamente.
Amapola Mexicana (Argemone mexicana)
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Cabe recalcar que esta especie y varias de las de su género son tóxicas para el ganado y otros animales, por lo que sería cauteloso asumir que pueden llegar a ser tóxicas en humanos en dosis no tan grandes. Hay que tener mucho cuidado al medir las dosis con sustancias o preparados de origen vegetal, ya que es muy difícil definir cuánto hay de cada compuesto activo y cómo va a reaccionar tu organismo o el de cualquier otra persona.
Hoja de dios o hierba de los sueños (Calea zacatechichi)
Hongos Psilocibos (Psilocybe mexicana y otras especies)
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Además de la especie Psilocybe mexicana, o “pajaritos”, existen otras dos que son más comunes en el país: Psilocybe caerulescens, también llamados “derrumbes”; y los Psilocybe cubensis, “San Isidros”. Existen otros hongos psilocibos así como otros hongos psicoactivos como la Amanita muscaria (que también crece en la zona central de México), pero que sus efectos no se deben a la psilocibina sino a otros compuestos.La manera más fácil de reconocer los hongos psilocibos es por el tono azul de la psilocibina al oxidarse con el tacto. Si tomas un hongo, en unos pocos minutos deberían tornarse azules los lugares donde hayas hecho contacto con el tallo o el sombrero. Si tiene psilocibina, se pondrá azul. Recuerda que aunque son pocos, existen hongos tóxicos y algunos letales. No utilices hongos que no puedas identificar apropiadamente y evítate tragedias y accidentes.
Salvia divinorum
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Para cada persona los efectos pueden ser distintos, pero el uso tradicional que se gestó alrededor de la zona geográfica de donde la Salvia divinorum es originaria, la sierra mazateca en Oaxaca, se basa en la absorción sublingual de la planta en distintas maneras, principalmente las hojas y frescas o recientes. Hoy en día se distribuyen extractos de alta concentración y que pasan por un proceso químico para aumentar la cantidad de compuesto activo que se absorbe al fumar el producto herbal.Con los disociativos en general, y con la Salvia divinorum en particular, es muy fácil perder la coordinación motriz e incluso llegar a tener un “black out”, o pérdida total de la consciencia. Recuerda estar con personas de confianza que te puedan cuidar y trata de que las fumadas no sucedan al mismo tiempo, para que siempre haya alguien que no esté bajo los efectos que pueda reaccionar frente a una emergencia.
Ololiuqui (Rivea corymbosa/Turbina corymbosa/Ipomea violácea)
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Se usa para obtener estados de trance, para funciones oraculares, sueños lúcidos y en algunos casos de manea terapéutica y medicinal. Los efectos se deben a una gran cantidad de alcaloides, entre los cuales se encuentra la ergolina (amida de ácido lisérgico o LSA) y otros compuestos similares.Las semillas se pueden masticar y tragar, moler y hacer una extracción en alcohol o algún otro solvente, hervirse por largo rato como para preparar un té. En cada caso se absorberá de manera distinta la combinación de compuestos activos y los efectos serán menos o más potentes dependiendo del método de ingesta.
Sapo Bufo (Bufo alvarius)
Hay que tener mucho cuidado con el negocio que se está generando en torno a “la medicina de Sapo” y las otras adaptaciones que han estado surgiendo en los últimos años alrededor de lo que llaman “prácticas chamánicas”, “neo-chamanismo” o hasta “retiros espirituales” y “centros de tratamiento con medicina ancestral”. En cada caso el gancho de marketing es distinto, pero toda la operación de estos modelos gira en torno al negocio.Cuidemos nuestra herencia y nuestras tradiciones. Ayudemos a que las nuevas tradiciones sean construidas desde el respeto, la honestidad, la humildad y la empatía, que no propicien los engaños o la confusión y que se mantengan separados de los intereses económicos individuales y corporativos. Mientras más se diseminen y distribuyan por más lugares y entre más personas estas semillas y este conocimiento, más difícil es que estas tradiciones caigan en manos de corporaciones o desaparezcan.Es necesario incrementar la atención y el interés de estos recursos y herramientas para lograr un aprovechamiento adecuado de las medicinas y un mejor entendimiento de las prácticas y el trabajo que se han ido desarrollando en nuestro continente desde tiempos inmemorables, pero que se han ido erosionando en los últimos siglos.Brun González Aguilar forma parte de ReverdeSer Colectivo/INPUD.