FYI.

This story is over 5 years old.

arte

Dalí, Warhol, Hirst y su relación artística con la comida

Un recorrido a través de las influencias culinarias que grandes artistas han tomado para la realización de su obra.
Vaso de Absenta (1914) por Pablo Picasso. Foto via Flickr

La comida akimenta el arte.

Desde una perspectiva literal, la manera en que Andy Warhol devoró la grasienta Whopper, probablemente jugó un papel importante en su carrera. Adicionalmente, hay una pequeña duda sobre ese pie de manzana con el que Jackson Pollock ganó un concurso. Pero yendo más allá de su función calorífica y como lubricante social, la comida puede inspirar la mente de los artistas que más adoramos.

Publicidad

La paleta culinaria del arte viene desde las pinturas rupestres que contaban sus hazañas de caza. La Absenta y su “hada verde” ha estado presente en la mesa de artistas como Van Gogh y Picasso, con la infame tendencia de mostrar vasos de absenta en su obra, incluyendo el retrato de Angel Fernández de Soto (1903), y su serie escultórica de 1914, Vaso de Absenta, donde recalca la función que tenía la bebida como musa en su obra.

Con una tendencia similar, el director David Lynch reveló su amor por estos brebajes a través de sus creaciones. Conocido ampliamente en su dormitorio universitario como el defensor de Pabst Blue Ribbon, el estatus de Lynch como un aficionado al café se demuestra en Twin Peaks. El cineasta afirmó tomar al rededor de 10 tazas de café, de la misma manera que el agente especial Dale Cooper lo hacia en su restaurante local,

La escena del arte contemporáneo también revela una variedad de proyectos relacionados con la comida, bastante lejos de la documentación cotidiana que se vive en Instagram con el #FoodPorn. La serie Animal Food de Sarah DeRemer consta de fotografías manipuladas, ofreciendo a los espectadores una dicotomía entre la flora y fauna que consumimos. Beth Galton, con un pie siendo colorista y otro fotografiando la anatomía de la comida, reúne brillantes trazos de mostaza sobre hot-dogs con noodles, en su serie titulada Cut Food. “Salimos del simple apetito para explorar los mundos interiores de estos productos,” dice Galton en una entrevista para Imaging Resource. En cada foto, el espectador puede convivir con una estética glotona—y con gluten.

Publicidad

Damien Hirst sobresale con sus empaques farmacéuticos, reemplazando los compuestos químicos tradicionales por nombres de comida en su serie de 1999, The Last Supper, donde juega con nuestras ideas y asociaciones.

Carrox de Sarah DeRemer, via Wikimedia Commons

Lejos de los artistas que simplemente resaltan sus platos favoritos en sus obras, la selección de comida y bebida suele divulgar el carácter del artista y de la obra.

De acuerdo a la escritora culinaria Fiona Ross en su libro ‘Cenando con Famosos e Infaustos’, el reconocido pintor surrealista Salvador Dalí adoraba tanto a su musa protegida, Amanda Lear, que compartió con ella un poco de sopa de fruta fría.

El prodigio de la música electrónica, Dan Deacon, en su espectro sonoro, presume como su comida favorita el cereal mantequilla de maní—el desayuno de campeones, dulce y azucarado, procesado y producido en masa. “La lista de ingredientes es corta y reconozco todo,” dice Deacon en su publicación para Magnet Magazine. “Y sabe increíble.”

Ahora que lo sabes, tú también puedes hacer arte con lo que comes.

Relacionados:

Un videojuego para vivir los mundos de Dalí, Magritte y Escher

El enigma de la bella musa trans de Salvador Dalí

Las obras de Klimt, Dalí y Hirst reconstruidas con comida