Los artistas chinos Sun Yuan y Peng Yu llevan la tragedia poética al frente de Pekín con su última instalación, Angel, que se estrenó la semana pasada. El aspecto realista de la obra resulta inquietante y nos recuerda de forma nada sutil lo frágil que es la vida y el concepto de caer en desgracia.A la pareja se le conoce por el uso que hacen de materiales polémicos en su trabajo, desde bebés muertos hasta grasa humana; aunque en el caso de Angel la polémica la marca la propia obra y trabajaron principalmente con fibra de vidrio, gel de sílice y acero inoxidable para crear el cuerpo asombrosamente realista.
Publicidad
A continuación te dejamos con unas imágenes de la obra:
Al inscribirte en la newsletter de VICE, aceptas recibir comunicaciones electrónicas de VICE que en ocasiones pueden contener publicidad o contenido patrocinado.
