Un transporte inmediato a un recuerdo inexistente, podría ser una manera de describir la obra de Tom Haney, el artista norteamericano que redimensiona y relativiza al sujeto de su arte. Él, de la mano de increíbles marionetas eléctricas hechas a mano, le da un nuevo sentido al uso y reconocimiento de una época que no nos compete.
“Cualquier tipo de movimiento mecánico siempre ha sido una fascinación para mi,” Establece Haney, “combinar esto con tallados figurativos se volvió irresistiblemente llamativo. Eventualmente aprendí sobre los autómatas ‘un dispositivo mecánico móvil hecho en imitación del ser humano,’ un pasatiempo antiguo desarrollado más a fondo entre los siglos XIII y XIX en especial en Europa, pero también en Asia. El trabajo que yo creo es una apropiación moderna de la antiquísima y eterna tradición del autómata.”
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Pareciera que los autómatas se muestran frente a uno y buscan susurrar la historia del pasado que los llevó a inmortalizarse como figuras artísticas. “No obstante que algunos ven mi trabajo como una reacción de la sociedad consumista de hoy en día, yo me acerco a él para reconectarnos con el pasado. Yo aprecio las tradiciones, no las modas. Amo la manera antigua de hacer las cosas, herramientas viejas y técnicas tradicionales.” Afirma el artista. “Trabajar con las manos todavía tiene valor. Y creo que sucede una transformación mágica cuando el movimiento mecánico es añadido a la figura estática. Dicho movimiento captura la atención del espectador y la mantiene hasta el punto en el que ellos son atraídos para interpretar las historias que la pieza envuelve. No son meramente espectadores sino colaboradores.” Cuenta Haney en su página.
La conflagración entre el movimiento y la estática hacen un eco retumbante como ventana al sujeto que es la marioneta, al que la controla y al espectador que toma parte activa en su historia. Mira algunos videos de las esculturas de Haney abajo.
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