Todas las fotografías son de Andy Stattmiller
Posiblemente todos hayamos visto una matrioska; comúnmente relacionadas a la cultura rusa, su origen se remonta a 1890 y están asociadas a una fuerte influencia japonesa, la cual desvirtúa su génesis rusa, a pesar de que su popularidad se haya disparado ahí.Es probable que las prácticas rusas anteriores hayan inspirado la producción de estas esculturas; Rusia ya tenía expresiones escultóricas parecidas, entre ellas: manzanas talladas en madera y huevos de pascua, dentro de los cuales se guardaban objetos. Carl Fabergé fue uno de los orfebres rusos más reconocidos a lo largo de la historia; él y su grupo de artesanos fueron los encargados de esculpir varias decenas de huevos influenciados por la estética griega, renacentista y barroca, de 1885 a 1917.Hoy las matrioskas—en sus múltiples formatos—se pueden comprar como souvenir popular o pieza refinada, entre los escultores modernos que aún practican la producción de estas muñecas encontramos a Andy Stattmiller, quien gracias a la cultura popular, ha reencarnado series y películas modernas en matrioskas.Mira la galería completa de las matrioskas de Andy, acá.Relacionados:Un busto de papel se distorsiona en la obra de Li HongboNo dejarás de admirar estos mandalas en bordados iridiscentesMira burbujas de jabón congelarse a -15º
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