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Mira a un grupo de robots autónomos crear formaciones con siluetas en 2D

El siguiente paso de la inteligencia artificial colectiva está dentro de estos diminutos y simples robots.

Imágenes cortesía de Michael Rubenstein y Science/AAAS

Los investigadores han rebasado un hito en el campo de la inteligencia artificial colectiva, y está tomando la forma de una… estrella de mar. Lo que separa este último desarrollo de sus predecesores es que los nuevos y experimentales robots 'inteligentes' –llamados Kilobots– tomaron su formación de una manera totalmente autónoma, como un enjambre de abejas reuníendose alrededor de su colmena.

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Desarrollado por la Harvard School Of Engineering And Applied Science, cada Kilobot está simplemente estructurado, con tres piernas rígidas, un cuerpo de unos cuantos centímetros de ancho, con un transmisor y receptor infrarrojo, así como un pequeño motor vibrador. Los Kilobots se comunican entre sí con rayos infrarrojos, midiendo su proximidad con respecto a los demás, pero carecen de una vista cenital para alinearse en tiempo real, que es como los Pixelbots que reportamos en abril mantenían su forma. "Estos robots son mucho más simples que la mayoría de los robots convencionas, y como resultado, sus habilidades son más variables y menos confiables", señala Michael Rubenstein en un comunicado de prensa. "Por ejemplo, los Kilobots tienen problemas para moverse en línea recta, y la precisión de los sensores de proximidad puede variar de robot a robot".

Una mayor parte del logro viene directamente de un algoritmo que Rubenstein y su equipo de investigación desarrolló para resolver las fallas de estos excepcionalmente simples robots. Bajo el poder de las instrucciones codificadas del equipo de Harvard, los Kilobots pueden trabajar juntos para corregir zonas de tráfico y posicionamiento incorrecto. Usando los comunicadores infrarrojos, funcionan hacia el exterior de cuatro robots de referencia originalmente designados, formando así una imagen simple en 2D. Utilizan funciones simples –como seguir el borde de un grupo, medir su distancia de los robots de origen y mantener un sentido de locación relativa– para resolver lentamente el camino para formar la silueta deseada.

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"En cierto punto dejas de ver los robots individuales, solo ves al colectivo como una entidad por sí mima", señala Radhika Nagpal, quien apoyó la investigación de los Kilobots. Nagpal también estuvo involucrado en los robots TERMES de construcción, un predecesor de los Kilobots que mostraba principios similares, inteligencia artificial colaborativa para construir algo sin supervisión humana. Sin embargo, antes del desarrollo de los Kilobots, ningún colectivo robotizado había superado más de las 100 unidades individuales. Así, el nombre Kilobots sugiere perfectamente que las instrucciones pueden ser seguidas por un enjambre de un millar de robots.

Estos robots colectivos podrían ser usados en el futuro como una plataforma para probar los cada vez más complejos algoritmos colaborativos de inteligencia artificial en el mundo real, más allá de simulaciones imperfectas. "Una simulación llega a cierto límite", dice Nagpal. "Las dinámicas del mundo real –las interacciones físicas y variabilidad– hacen la diferencia".

Kilobots aún operan a un nivel increíblemente simplista (no debes preocuparte si tu mayor temor es un apocalipsis robótico), pero esperamos verlos siendo usados para avanzar en el entendimiento científico de la inteligencia artificial colectiva. Mientras tanto, solo queremos ver nuestros nombres escritos por un ejército de robots inteligentes. Seguro nuestro Instagram estaría repleto de likes.

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