Todas las imágenes cortesía de IAGO
México vive una realidad precaria, oscura y desesperanzadora. Los detalles resultantes del uso de un esténcil se borran por las manchas de la violencia, autoridad y, más que nada, dolor nacional. Un momento donde el arte tiene un papel más allá del goce estético y hacer frente a un cambio radical dentro del país, esto no se trata de un deber sino de una necesidad. No es deber porque no deben hacerlo todos los artistas, no es tarea, no. Aquí alguien agarra la bandera y se pone enfrente de ella, se envuelve y espera un cambio que podría nunca llegar.Esa persona, en esta ocasión, es el Colectivo Lapiztola de Oaxaca, nombrado así por alusión al fino trazo que hace un lápiz y el tremendo daño que puede causar una pistola, ellos buscan hacer consciencia a través de impactantes murales y esténciles de enormes proporciones que ya en el pasado les ha causado problemas con las autoridades. En su última exhibición/take-over titulada Corte Aquí, el colectivo sigue su narrativa de protesta y sublime expresión artística plasmada en las paredes del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca.Hablando de la exhibición y los inicios de Lapiztola en el 2006, Luis Manuel Amador comenta y describe que, “Los integrantes del colectivo hacían por esos días una serie de intervenciones con tema social sobre soportes varios: papel, camisetas, carteles en esténcil o en serigrafía. Sin embargo, las circunstancias y la apertura de algunas personas interesadas en su trabajo les abrieron otros espacios: bardas, mamparas, paredes que les pedían intervenir. En el imaginario de la ex Antequera en ese contexto insurrecto comenzaron a parecer pinturas inusitadas, una suerte de grafitis que no podían pasar inadvertidos: narraciones, detenidas en el tiempo como retratos de una realidad aún más real por inverosímil, metáforas de la desgracia y de la felicidad reinterpretadas, composiciones que devinieron en bofetada y poesía”.Una protesta que ya tomó las calles y no puede ser olvidada, no puede darse por sentado y, mucho menos, podrá ser ignorada. El sentido del arte del colectivo simplemente toma como rehén la propia realidad y la voltea, pero no de forma surreal, sino dolorosa y realista.Si quieres conocer más sobre la exhibición visita Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca. Para conocer más obras y murales por los artistas, visita Colectivo Lapiztola.Relacionados:Fotoperiodistas capturan la emoción y la violencia de las protestas en VenezuelaLego negó el pedido de piezas para la siguiente obra de Ai WeiweiEl papel del periodismo en un ambiente de represión y censura
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