Puede que te guste el café por su sabor o por el chute de energía que te aporta, pero para Giulia Bernardelli una taza de café es mucho más que eso. La pintora italiana utiliza el oro negro para conseguir un efecto místico mucho más intenso que el que ofrecen otros materiales estándar como el acrílico o las acuarelas."Empecé a utilizar café hace menos de un año, tras derramar una taza por accidente", dice Bernardelli a The Creators Project. "De repente, aunque puede que de forma lógica, un nuevo mundo apareció ante mis ojos, formado de preciosas formas fluidas, todas ellas diferentes las unas de las otras".
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El café responde de una forma similar a la pintura ante la luz y el volumen, aunque el efecto que se produce al derramar café sobre una libreta aporta una sensualidad exclusiva de esta sustancia. Bernarndelli utiliza otras sustancias orgánicas como fruta y mermelada para conseguir un color más crudo que contrasta sobre un lienzo de fondo blanco.El hecho de que alguien pudiera llegar a lamer los restos de fruta o tener que desechar un lienzo empapado de miel añade un carácter temporal a su trabajo, pero la espontaneidad y esencia efímera que se perciben en estos dibujos hacen que la obra de Bernardelli sea aún más mágica.
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