Precisión analítica y arquitectónica se unen en las obras maestras del genio “arenostrucural” Calvin Seibert. Seibert toma su inspiración de arquitectos como Marcel, Breuer, Kenzo Tange y Gottfried Bohm y su trabajo lo ha llevado a las playas de Hawái, Nueva York y Long Island. “Siempre he tenido una afinidad por la arquitectura, misma que atribuyo a crecer en un barrio y pueblo que estaba constantemente en construcción,” cuenta Seibert a The Creators Project. “Nuestra casa fue la primera en la cuadra,” él explica. “Creo que en ese sentido estaba más interesado en lo abstracto de las fundaciones y la demarcación inicial que en las estructuras ya terminadas.” Fue esta inclinación por la arquitectura que subsecuentemente llevó a Seibert al extraño negocio de los castillos de arena.
Publicidad
Cuando Seibert empieza una nueva escultura, él se basa en invenciones hechas en el momento, dejando que la arena lo lleve a donde quiera. “Es muy extraño que empiece con un plan,” él explica. “Solo una vaga noción de lograr algo diferente cada vez. Cuando empiezo a construir y las formas empiezan a tomar forma, ya puedo ver cómo van las cosas y seguir ese camino o buscar contradecirlo y darle un giro inesperado.”Mira un par de las elaboradísimas estructuras de arena de Seibert abajo:
Al inscribirte en la newsletter de VICE, aceptas recibir comunicaciones electrónicas de VICE que en ocasiones pueden contener publicidad o contenido patrocinado.
