Poster sin título, del Archivo Material de Fales Library
Positivo/negativo: VIH/SIDA, una exposición que abrió en la Biblioteca NYU Fales, es una inspección a la epidemia de SIDA que azotó Nueva York en 1980 y los 90. La exposición muestra los efectos del VIH no solo en las artes, sino en política, educación y religión. En este espíritu, Positivo/negativo: VIH/SIDA comprende un vasto rango de material—incluyendo todo, desde correspondencia y fotografía, hasta ropa y posters—y pretende ilustrar la extensa y perdurable influencia cultural de la enfermedad.
Publicidad
La exhibición llegó por suerte, de hecho, “Fales no preparó de manera intencional el documentar esta epidemia,” dice el archivista de medios de Fales—y curador del festival—Brent Phillips. En lugar de examinar cuidadosamente el amalgama de archivos que alberga Fales como parte de su biblioteca permanente “Downtown Collection,” Phillips cayó virtualmente a la narrativa de reflejar “la violenta desorganización de la imaginación, la abrumadora pérdida y el logro humanitario sin precedentes motivado por el SIDA,” comentó.
Hunter Reynolds /Patina du Prey’s Vestido Memorial. Photo: Maxine Henryson
Incidentalmente, Positive/negative: HIV/AIDS, revela un importante hueco en la historia institucional de la nación—una crisis que como dice Phillips, “se ha convertido en un pie de página en los libros de historia americana.” Por lo tanto, es un gesto instructivo ideal por parte de Fales y NYU, un establecimiento educativo que alguna vez estuvo en el corazón de la epidemia. “Mi esperanza es que el show ayude a la generación joven a entender cómo fue que América respondió a la enfermedad en su comienzo,” explica el curador a The Creators Project. “[…] No vivieron la pesadilla; no vieron a sus compañeros sufrir y morir a causa de los desagradables y terroríficos efectos del VIH. Para muchos, no hay, o hay muy poca, relación-conexión.”“Afortunadamente aquellos que vieron la exhibición—jóvenes y viejos—pueden dar testimonio de la bravura, coraje y creatividad expuestos durante esos años.”
Al inscribirte en la newsletter de VICE, aceptas recibir comunicaciones electrónicas de VICE que en ocasiones pueden contener publicidad o contenido patrocinado.
